El 2020 ha sido el año que desgraciadamente todos recordaremos por la maldita pandemia que nos ha tocado vivir, pero también ha sido el año en el que nuestra pasión se ha visto recompensada tras muchos años de agonía con un ascenso.
El año comenzó bajo los mandos de Borja Jiménez tras el abandono de Gustavo Munúa unas semanas antes del nuevo año para entrenar al equipo de su vida: el Club Nacional de Football, en Montevideo. El míster abulense arrancó con buen pie, con una victoria sobre la bocina en Mérida, tras la cual llegó una racha irregular con la eliminación en Copa frente al Girona y 3 tropiezos seguidos frente a Badajoz, Don Benito y Sevilla Atlético que le hicieron perder el liderato.
Tras una larga lucha en la que se debatió el liderato con el Marbella, en la última jornada antes del confinamiento los albinegros lograron recuperar el liderato gracias a la victoria frente al Córdoba 0-2, algo que sería clave de cara al Play Off que estaría por venir.
Tras un confinamiento convulso, donde no se sabía cómo se resolvería la temporada y en el que se recibieron diferentes acusaciones sin fundamento de posibles fórmulas para evitar el Play Off por parte de personas como Pablo Alfaro, entrenador por aquel entonces del Ibiza, o del presidente del CD Badajoz, Joaquín Parra -sí, aquello de «tener las orejitas tiesas» o que había que «llevar cuidado con los falsos positivos«- llegó la solución menos dañina para todos: un formato de Play Off exprés, a partido único y con 4 sedes en Andalucía, sin descensos de categoría -aprovechando para realizar una reestructuración de la Segunda B actual-.
En dicho Play Off el Efesé se midió al Atlético Baleares, un encuentro muy duro e igualado donde, tras 120 minutos y una agónica tanda de penaltis que finalizó poco antes de la 01:00h de la madrugada, llegó el premio a tantos años de sufrimiento en el barro: el ansiado ascenso gracias a la ya histórica parada de Marc Martínez.
Sin embargo poco se pudo celebrar ya que quedaba un largo trabajo por delante de cara al inicio de la nueva temporada en el fútbol profesional. Tuvimos duras despedidas, no solo por el aprecio que había por algunos de los héroes del ascenso como Santi Jara o Sergio Ayala, sino por las duras negociaciones entre club y futbolistas.
Algunas de esas negociaciones no fueron llevadas de la mejor forma por parte del club o, en otros casos, hubo que rectificar, como son los casos de Elady y José Ángel, que pasaron de estar sí o sí en la rampa de salida a finalmente quedarse y convertirse en jugadores claves.
A pesar de todo también hubo buenas alegrías en el mercado veraniego, con refuerzos inesperados del calibre de Rubén Castro, Álex Gallar o De La Bella, futbolistas que han sido importantes en el fútbol profesional al más alto nivel, o el regreso de algunos jugadores que fueron importantes la temporada anterior como Álex Martín y William de Camargo, los cuales desgraciadamente no han dado un nivel similar al mostrado la temporada anterior.
Los albinegros comenzaron al temporada con la plantilla aún por completar, algo que les lastró durante las primeras jornadas. Sin embargo, una vez terminado el mercado y con la plantilla acoplada, los de Borja Jiménez comenzaron a obtener buenos resultados hasta el punto que en octubre fueron el mejor equipo de La Liga SmartBank junto al RCD Mallorca, logrando durante ese mes 14 puntos.
Pero la buena racha se fue tan rápido como vino y después llegaron 2 meses de competición en los que el Cartagena fue uno de los equipos que menos puntos lograron, consiguiendo 4 puntos de 27 posibles, una racha en la que ni Borja Jiménez ni la plantilla mostraron un ligero atisbo de encontrar la solución para revertir la situación, lo que le acabó costando el puesto al técnico abulense.
Le ha sustituido en el banquillo el técnico del filial, Pepe Aguilar, que debutó en Alcorcón con derrota por 1-2 y quien tiene la difícil tarea de devolver al equipo la confinaza y la libertad para demostrar que tienen mucho más que ofrecer del nivel que han dado en los últimos meses.
Despedimos el año encarando el mercado invernal con una más que posible reestructuración de la plantilla y con la amarga despedida de uno de los emblemas del equipo, el capitán Miguel Ángel Cordero, quien estos últimos 3 años se ha partido la cara por el equipo y ha sido un digno líder tanto dentro como fuera del vestuario.
Es una incógnita lo que nos deparará el 2021, ojalá sea mucho más positivo tanto en el ámbito deportivo como en el personal, pero lo que sí está claro es que 2020 va a quedar en nuestras retinas como un año para recordar, un año en el que dentro de tanta adversidad el Cartagena, tras 8 años de larga travesía por el abismo, ha logrado el ansiado ascenso a La Liga SmartBank y por fin se halla luchando de tú a tú contra los equipos del fútbol profesional.