La ciudad ibero-edetana fue asediada por el general Aníbal en el año 219 a. C. debido a su situación estratégica. El asedio duró ocho meses, y los habitantes de Saguntum basaron su estrategia en que Aníbal no podría atravesar las enormes murallas que cercaban la ciudad en poco tiempo*
Las huestes de Paco Guillem batallaron hasta el último segundo de los cuarenta minutos para poder izar la bandera de la victoria. Fue un partido tosco, no gustoso de ver, de barro y guerrilla. Mansour Kassé ya se debe de haber dado cuenta de que en la liga EBA no se le va a regalar nada. Pese a la negativa de ayuda de las comarcas de alrededor, que veían con temor el creciente poder de Saguntum sobre los pueblos de la región, pudieron resistir los embates del ejército cartaginés para tomar la ciudad. La situación se hizo insostenible tras la negligencia y tardanza de la República romana de enviar ayuda a los saguntinos. La ciudad desmoralizada pudo resistir unos meses más ante un ejército mayor en número y en recursos; hay que tener en cuenta que el ejército que asedió la ciudad se había formado con el objetivo final de derrotar a Roma, además de estar comandado por uno de los grandes caudillos de la antigüedad.
El equipo del FC Cartagena CB está diseñado para gestas más complicadas y ambiciosas pero no se llega al final de la escalera sin subir los escalones. Y en Sagunto hubo muchos escalones. Los valencianos parecían querer escaparse en el marcador logrando pequeñas ventajas que no tardaban los visitantes en neutralizar; y a la inversa. Hubo barro, mucho barro en el partido. No era día de florituras.
Tras varias semanas de asaltos frontales Saguntum cayó. Aníbal tenía tres motivos para tomar la ciudad sin causarle daños severos: financiar su expedición a Roma con las riquezas obtenidas del saqueo; incorporar a sus filas la mayoría de hombres aptos para su incursión, y dejar a su hermano Asdrúbal, una plaza fuerte más cercana a Qart Hadasht (la actual Cartagena).
Guillem tenía tres motivos para motivar a su equipo: Sagunto a pesar de lo que refleja la clasificación es una cancha complicada donde caerá algún gallito y ese no debía ser el FC Cartagena CB; el lunes caerá, por enfrentamiento directo, bien Alginet, bien Lliria y eso motivará más aún a los cartageneros viendo la clasificación; y, por último, tras una victoria de enjundia como la de Lliria, caer en un bajón motivacional era factible. El cántaro está yendo mucho a la fuente, demasiado. Y, de momento, no se ha roto; ha temblado, ha estado a punto de caer, pero se ha salvado en el último momento, pero sabemos que, si seguimos haciendo ejercicios de funambulismo en esa delgada línea que separa el éxtasis de la frustración, antes o después, caeremos. Así que disfrutemos de unas horas de satisfacción y volvamos el lunes como si Aníbal no hubiera conquistado Sagunto.
El lunes entrará por la puerta del Palacio el míster Paco Guillém flanqueado de su Estado Mayor (Pepe García, Pedro J. Pérez Murillo y Fede Müller) para arengar a sus jugadores de cara al partido frente a Paterna del domingo próximo.
Fue un partido tan rudo, tan difícil, que para ganar había que tener un buen par de “J”; Juany Jasen y Juampe Jiménez (21/20 puntos, 23/20 valoración). Esperemos que el domingo tengamos un poco de “T”, de tranquilidad, para variar.
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Crónica y fotos del departamento de comunicación del club
Y la clasificación? En que puesto vamos