NO DOLIÓ TANTO…
No por previsible, que lo podía ser, sino por la magnífica racha de resultados que había acumulado el FC Cartagena CB; por eso, la derrota en Valencia no dolió tanto.
Para comenzar, llegada a ese lujo para el baloncesto que es L’alquería del Basquet. Lástima que la pandemia evitó que los integrantes de la expedición blanquinegra que no lo conocían, pudieran pasear por sus instalaciones, donde, por cierto, estaban entrenando las selecciones españolas masculinas y femeninas U17 y U16.
El Valencia Basquet salió los veinte primeros minutos con un ritmo frenético, acompañado de mucho acierto cara al aro. Si bien se mantuvo equilibrada la lucha por el rebote, la movilidad, la rotación del balón a gran velocidad de los valencianos hizo que la defensa cartagenera sufriera y los puntos cayeran del lado local con mucha frecuencia.
Determinante también la falta de claridad en el ataque visitante, que se colapsó en parte, debido a las faltas personales en ataque que recibieron tanto Mansour Kassé como Baptiste Chazelas. Dos en el poste bajo para el senegalés al intentar ganar la línea de fondo y dos para el francés al luchar por coger la posición aprovechando su envergadura. Esto hizo que los valencianos incrementaran su contacto defensivo ante el desconcierto interior cartagenero.
Gran lucha de Juany Jasen a pesar de estar sin entrenar toda la semana por el golpe sufrido en el partido anterior; no hay dolor que le impida bajar el nivel de exigencia. No obstante, se le reservó para evitar mayores problemas físicos durante gran parte de la segunda mitad del encuentro.
La diferencia en el marcador no llegó a bajar de los diez puntos, esa cifra mágica que parece que es el preludio de los nervios en quien comanda el marcador con claridad y es un acicate para el que va a la caza; pero las muchas ocasiones en que se estuvo a punto, el balón no entró en la cesta.
Buenos números de Kassé (17 p+10 reb) en un equipo que no estuvo acertado desde la línea de tres puntos (3/19) dentro de un tono general gris que nos debe hacer ver la dificultad de la liga y la importancia de las victorias logradas. Si lo que no mata, engorda, si de las derrotas se obtienen lecciones, podemos sacar varias de esta visita a Valencia. Por un lado, que la segunda mitad se compitió de tú a tú con un
grandísimo equipo; por otro lado, que a pesar de tener la sensación de que no salía nada, el marcador no fue lo suficientemente abultado como para pensar que es un equipo inasequible.
La segunda vuelta comienza la semana que viene con la visita de Godella. Más partidos en casa que fuera del Palacio (Lliria y Paterna) para cerrar la fase intentando resarcirnos de esta derrota. Una de las tres plazas que dan acceso a los grupos de ascenso finales está ya en manos virtuales de Valencia Basket. Las otras dos tienen tres pretendientes claros; Lliria, Alginet y FC Cartagena. ¿Firmamos los mismos guarismos que la primera fase con 4 victorias/1 derrota?
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Crónica y fotos del departamento de comunicación del club