Javier Mínguez Rubio (17-07-1996) prepara con ilusión la nueva etapa en la que vestirá los colores de Jimbee Cartagena. Este madrileño de Meco pertenece a la nueva generación del futsal nacional que empuja con fuerza. Javi Mínguez, o Javivi, como está acostumbrado a que lo llamen, además de haber sido internacional Sub-18 y Sub-21 ya sabe lo que es participar en una convocatoria de la absoluta. El jugador llega a Cartagena con inmejorables referencias tanto por su rendimiento (17 goles en la última temporada con Aspil Vidal Ribera de Navarra) como por su personalidad dentro y fuera de la pista. El jugador, que pese a su juventud ya sabe lo que es capitanear a todo un histórico del fútbol sala nacional, ha compaginado su carrera deportiva con los estudios de Administración y Dirección de Empresas. Desde Tudela todo son elogios para el madrileño, y pese a que todo el que lo conoce lo describe como una persona tímida, tuvo la amabilidad de atender a efesista.es para dar a conocer cómo está siendo su llegada al equipo melonero.
El jugador, que ha seguido ejercitándose en el gimnasio tras despedirse del equipo Navarro, cierra un ciclo de seis años en Tudela – «Después de tanto tiempo es complicado, no puedes dejar de tener cariño a un equipo en el que has pasado tantos años importantes de tu vida. Se crea un vínculo personal más allá de lo deportivo. Sin ir más lejos, en las escuelas yo estaba a cargo del mismo grupo de chavales las últimas cuatro temporadas con un ambiente muy bueno para el día a día, por lo que resulta imposible no emocionarse al decir adiós».
El proyecto de Jimbee – «Cartagena es un equipo en crecimiento que va a más, en el que se están haciendo las cosas bien y que a nivel personal me resulta un proyecto muy ilusionante. Además ya me han comentado los amigos que tengo allí que en el vestuario hay un ambiente muy bueno, así que con ganas de conocerlo en primera persona».
El final de la pasada liga – «Me gusta seguir viendo futsal y en este caso aunque todos necesitamos unos días de desconexión sí que he seguido los playoffs y en especial la eliminatoria entre Jimbee y Levante. Reconozco que sabiendo que iba a estar en Cartagena al año siguiente, quería que ganara Jimbee. Creo que en los dos partidos se toparon con un Fede magnífico que fue quien determinó la balanza de la eliminatoria. Tenía amigos en las dos plantillas como Rubi, Roger, Mellado, Bebe, Andresito o Chemi, con los que he coincidido anteriormente ya sea en Tudela o en distintas categorías de la selección».
Se da la circunstancia que a pesar de su larga trayectoria en el fútbol sala, sólo ha pasado por tres equipos (antes de Tudela jugó seis años en Meco y siete en Boadilla) – «Esto al final es consecuencia de estar a gusto en los sitios. Si no estás bien no tienes que forzar estar ahí, pero si eres feliz donde estás es lo que te lleva a rendir bien sobre el parqué… Creo que está muy ligado lo uno a lo otro. En Meco, que es donde empecé éramos pocos y jugabas con los amigos de siempre, pero conseguimos un grupo muy competitivo con el que llegamos a campeonatos nacionales. De allí siempre destaco al entrenador que teníamos, José Luis, con el que conseguimos ser campeones de la Comunidad, algo inaudito en un pueblo tan pequeño. A partir de ahí dos compañeros más y yo decidimos dar el salto a Boadilla porque en Meco no había federados a partir de infantiles.»
El gran salto en su carrera – «En Boadilla a nivel de cantera era lo mejor de Madrid. El año que yo entré, estaban en el equipo Sergio Lozano, Fabio, Mario Rivillos, Adri Ortego, Javi Alonso… Una barbaridad. Yo coincidí por ejemplo con Pablo Ibarra, Raúl Jiménez o Chicho. El salto a Ribera lo doy el año de juveniles, que coincide con el año que los eliminan en el tercer partido en el Palau Blaugrana, ya con Pato en el banquillo, y era un equipo que me llamaba mucho la atención por su manera de entender el fútbol sala y por cómo jugaban».
Entrenadores: De Pato a Duda – «Al final es una suerte haber podido trabajar con Pato al cual le tengo mucho respeto y admiración porque entiende el fútbol sala de una manera muy particular. Todos los jugadores que han trabajado junto a él sólo tienen buenas palabras. Ahora tengo muchas ganas de trabajar con Duda porque todas las referencias son buenísimas, es un grandísimo entrenador y lo lleva demostrando mucho tiempo».
El entrenador hispano-brasileño estuvo muy presente en las negociaciones – «Primero mi representante habló con Duda y luego Duda habló conmigo antes de que el club cerrara los pormenores del fichaje, así que el míster fue clave para poder fichar».
Sobre el dorsal que le gustaría vestir – «El año que llegué a Tudela estaba libre el dorsal número once y usé ese, pero a raíz de la marcha de Andresito fué él mismo quien me incitó a usar el número ocho que he llevado los últimos años. Yo no soy muy maniático con esas cosas pero en Cartagena creo que va a estar complicado usar el ocho, así que ya veremos. En cuanto al nombre de la camiseta sólo usé lo de Javivi el primer año y a partir de ahí ya lo cambié a Javi Mínguez.»
Cualidades – «No es que me guste mucho describirme pero me considero un jugador inteligente sobre la pista, con un buen uno contra uno y pegada. En cualquier caso prefiero no destacar en una faceta especialmente, me gusta más ser un jugador lineal que se adapte a todo».
La importancia de las bases – «A día de hoy no sé si en Cartagena existe algo similar a lo que había en Ribera, pero igual trabajar todos los días con los niños depende de la situación de cada uno. Ligar la primera plantilla a las bases es muy especial para los niños; ven al jugador del primer equipo como una persona más cercana y no como algo más inalcanzable que sólo lo ves cada quince días… Incluso es bueno para el propio jugador, ya que provoca conocer a la gente y la afición de una forma mucho más rápida y mejor».
foto portada: IG J. Minguez