Ayer por la tarde, el FC Cartagena anunció su primer fichaje de cara a la campaña 2021/2022, se trata de Richard Boateng, centrocampista ghanés que finalizó contrato con el Alcorcón este verano. Hablamos de un mediocentro que ha realizado prácticamente toda su carrera en España, siendo uno de los jugadores africanos del filial del Granada que han podido desarrollarse en el fútbol español, tras varias temporadas en el filial nazarí (llegó a debutar en Liga con el primer equipo) desplegó las alas y echó a volar, primero pasó por Extremadura y al año siguiente por Melilla, donde acabó de romper el molde. Precisamente a nosotros, los seguidores efesistas, el nombre de Richard Boateng nos suena mucho más de la 2ºB que de la Liga SmartBank, y con razón. El medio originario de Ghana estalló en la 17/18, en un Melilla que tuvo una primera vuelta estelar a los mandos de Manolo Herrero, para el recuerdo queda una actuación espectacular ante los albinegros en Melilla, donde los melillenses aniquilaron al Cartagena en apenas 10 minutos, con un gol y una asistencia del nuevo fichaje efesista. Allí el africano brilló junto a una buena hornada de jugadores (Dani Barrio, Odei, Qasmi), incluso logró anotar 14 chicharros, una cifra extraordinaria para un jugador de su posición, pero finalmente se quedaron sin playoffs en la última jornada liguera.
Tras este estallido, Boateng se marchó a Segunda División, firmando con el Real Oviedo. Comenzó con muy buen pie con los carbayones, titular e inamovible en el once, incluso la afición ovetense le eligió como jugador del mes en las primeras semanas de competición, pero unas fechas después perdió el puesto en favor de Sergio Tejera y Ramón Folch. En invierno el africano pidió salir cedido, su entrenador por esos momentos, Anquela, declaró que la situación «era muy fácil», que si él creía que iba a encontrar otro sitio donde pudiese jugar más, le parecía bien su salida. El periodista asturiano Javi Rodríguez nos comenta que allí nunca se entendió la salida del ghanés, pues fue un jugador que empezó muy bien la liga, perdió el puesto sin demasiados motivos y que posteriormente desapareció en combate o apenas se le daban más de 10 minutos para revertir la situación desde el banco. Boateng se marchó prestado al Alcorcón, con los madrileños lo jugó prácticamente todo en los 5 meses que restaban de competición, sumando en la permanencia amarilla.
Para la siguiente campaña, los alfareros se hicieron con la propiedad de ‘Boa’, y este tuvo la que sin duda ha sido su mejor campaña como futbolista. En la 2019/20, Fran Fernández le dio plena confianza en un vestuario muy unido y un estilo de juego directo y con muchos contragolpes. El africano jugaba ubicado en un doble pivote, siempre con un escudero defensivo atrás, pues no suele ser un jugador muy aplicado en tareas defensivas, gozando de mucha libertad para avanzar a campo contrario y acabar jugadas. Boateng sumó 5 goles y otras 5 asistencias, el Alcorcón fue una de las revelaciones del campeonato, terminando apenas a 4 puntos de PlayOffs, a pesar de no ser un equipo con grandes nombres, el ghanés y Stoichkov estuvieron a un nivel estratosférico para guiar a los madrileños hacia cotas más altas de las que parecían destinados.
Continuó este último curso con la escuadra amarilla, con un nuevo míster (Mere) que también le brindó confianza. Sin embargo el inicio del Alcorcón fue horroroso, con una situación encaminada a un descenso mucho antes del fin de campaña. En la jornada 12, Anquela fue designado técnico del Alcorcón y volvió a dirigir a Boateng, si bien durante los primeros compases le alineó recurrentemente en el once titular, incluso siendo importante en la recuperación de los madrileños, colocándole más adelantado de lo que habituaba la pasada compaña, de mediapunta, muy cerca del área, sin embargo estuvo lejos de su mejor versión. La llegada de Nwakali al conjunto alfarero acabó desplazando por completo a Boateng, la nueva adquisición de invierno del conjunto de Anquela fue vital y esto acabó por dejar a Richard sin oportunidad alguna, desde febrero no jugó ni 200 minutos.
Aunque la posición original del ghanés era la de mediapunta, tras sus años en 2a sacamos en claro que la posición ideal de Boateng es un doble pivote, siempre que cuente con un escudero detrás que le libere de tantas tareas defensivas, pues no es su mejor faceta y además así puede enfocarse más en acciones ofensivas, o un sistema con 3 centrocampistas, siendo él el mediocentro mixto, teniendo cerca un medio defensivo y otro constructor. Guillermo Hernández, analista de Liga SmartBank, nos comenta que aunque si bien es un jugador con buen trato de balón y último pase, no es idóneo para ser el creador de un equipo, por lo tanto mientras él tenga responsabilidad con pelota, se puede esperar que el conjunto disfrute de un juego mucho más directo. Se trata de lo que hoy en día se conoce como un ‘box to box’ ese jugador con capacidades físicas suficientes para estar sometido a un constante juego de ida y vuelta. También apunta que es un jugador que necesita confianza y continuidad para poder ofrecer su mejor versión, sino se vuelve un jugador más intermitente, destaca por su omnipresencia en el campo y su astucia a la hora de recoger pelotas en segundas jugadas, de hecho, gran parte de sus goles y asistencias con Melilla y Alcorcón, vinieron en situaciones de este estilo.
El Efesé ha apostado por un jugador que, cuando ha tenido confianza y ha jugado donde logra explotar sus características, ha rendido a un alto nivel. La directiva albinegra ya puso sus ojos en él hace unos años, pero con su gran versión en Melilla estaba destinado a marcharse a Segunda. Hace dos años, tras su curso con 5 goles y 5 asistencias en el club madrileño, también tuvo el interés de equipos de mayor entidad. Ahora, una vez ha finalizado su relación con el equipo alfarero, los cartageneros han estado rápidos para sumar una pieza que Carrión puede encajar fácil en su puzzle, pues el técnico catalán acabó de propulsar al equipo dándole continuidad total al esquema con dos centrocampistas, un conjunto que dejaba pocos espacios y al que le venía bien que se pudiese contragolpear con facilidad.