Declaraciones de Julián Calero, entrenador del FC Cartagena, tras el empate a 1 de los albinegros en Cartagonova ante el Albacete. Los cartageneros se lograron poner por delante, tras una jugada ensayada en balón parado, que acabó llegando a los pies de Ortuño que marcó tras una media vuelta, sin embargo la escuadra efesista se acabó echando hacia atrás en la segunda mitad y nuevamente, tras tres soplidos, se desmontó la casita y se volvió a encajar el empate.
1 punto que vuelve a ser insuficiente – «Hemos hecho una primera parte bastante.. bueno, sin locuras pero más o menos aceptable, bien, concediendo poquito, defendiendo lejos del área, apenas nos generaron, nosotros no tuvimos un caudal muy grande, pero tuvimos varias llegadas, acabamos marcando, eso nos debería dar alas, pero en la segunda parte desde el minuto 1 no estuvimos bien, hemos metido mucho el culo atrás, así es muy complicado, tienes que empujar más adelante, tener más balón… sino los rivales sienten que están cerca de ganarte. Hemos cedido el terreno y no hemos sido reconocibles, no tenemos capacidad para tener mucho el balón, porque nuestro perfil de jugador no es de tener mucho el balón, pero sí de contratacar, meterle velocidad, llegar… pero nos ha costado mucho, así que nada, 1 punto sabe a muy poco en estas circunstancias, pero es lo que hay, es más 1 punto que 0, pero poca renta».
¿Salieron los cambios con ansiedad? No mejoraron el partido – «No sé si ansiedad, o un poco atenazados. En esta situación te atenazas, no eres capaz de desarrollar todo lo que tienes, porque eso es lo que más me duele, siempre les digo que es mejor morir de pie que arrodillado, entonces hay cosas que no puedes dejar de hacer, tienes que tener mucha personalidad en estas circunstancias. Si te están dominando, defender muy bien y si te toca porción de balón, tener personalidad para quedártela, girar el juego, atacar a ellos… porque sino se convierte en algo que no queremos, cuando tienes necesidad de ganar necesitas estar bien en el partido».
¿A qué se agarra para seguir creyendo en la salvación? – «Me aferro al fútbol, a lo que sea, al trabajo del día a día, a seguir masticando y tragando todo el barro del mundo, me lo trago yo, no culpo a mis jugadores, me culpo yo a mí mismo y prefiero que todo venga a mí. Me aferro a que el fútbol es un deporte muy grande y las dinámicas se cambian. Todo esto cambia en el momento que suceden los resultados, con 4-5 puntos más estás con menos ansiedad, pero las circunstancias son las que son y hay que saber moverse en el barro, en la segunda parte no estuvimos bien».
En la segunda parte apenas salieron de campo propio – «Quizá el físico no nos da para mucho más. Acabamos los partidos un poco justo, lo mental también influye, tienes tantas ganas de ganar que te pones a defender antes de tiempo. Eso hace que todos los rivales te quieran ganar. En la rueda de prensa previa de Albacete, un periodista nos faltaba el respeto diciendo que tenían que ganarnos sí o sí, queríamos dedicarle la victoria a ese periodista, pero la realidad es que a la gente no se les gana sí o sí, tenemos que ponernos en nuestro sitio y demostrar más seguridad en lo que hacemos».
¿Qué buscaba con los cambios? No funcionaron – «Velocidad. Cuando no tienes el dominio, cuando te quitan el balón, buscas contratacar, hacer daño a las espaldas y morder, pero no lo hemos encontrado. Metimos a Jansson, a Embaló, los más veloces del equipo, a la derecha por Ferreiro para que nos diese por lo menos balín parado, combinación… también a Musto en la labor de mediocentro/central, pero no somos un equipo que con estos jugadores que teníamos nos dé para tener el balón, pero sí para contraatacar, el Albacete se estaba echando muy encima, a lo mejor le dabas dos picotazos a la contra y les hacías daño, pero no ha sido así, no hemos tenido acierto. No soy de los que baja los brazos, la situación está como está, no soy tonto ni vendo humo, estamos en una situación muy complicada pero no pienso rendirme».
Intenta buscar motivos para agarrarse a la permanencia, pero no los encuentra – «Tengo los jugadores que tengo. Voy a ir a muerte con ellos, no les echaré ni un trocito de barro. El barro es para mí, el entrenador siempre tiene que ser el responsable y seguiré intentando buscar soluciones».
¿Teme por la destitución? – «Evidentemente, los responsables del club igual que te han traído… lo que está claro es que todos tenemos un inicio y un final en todos los sitios, pero hasta ahora he notado una confianza tremenda, pero mucha, no me da la sensación de que vayamos cada uno por un lado. Ahí no entro, además esto es fútbol y cualquier cosa puede pasar, uno lo tiene que entender, pero yo no voy a tirar la toalla, sería lo último».