Había muchas dudas con la configuración del lateral zurdo del FC Cartagena para la campaña 2021/22, las dudas se acrecentaron aún más cuando nada más comenzar la temporada, Antonio Luna se lesionaba y poco más tarde recaía de su lesión. La otra opción era Alberto De la Bella, que a sus 35 años, venía de sufrir una de las lesiones más duras y que más carreras ha acabado en el mundo del fútbol, una rotura parcial del ligamento cruzado. Sin embargo, el lateral, se recuperó con rapidez y sin necesidad de pasar por quirófano. Formó parte de la pretemporada desde el primer día y fue volviendo a retomar contacto con los campos en los distintos amistosos que se disputaron.
Sus primeras intervenciones en liga despertaron algo de dudas, pues no acababa de estar del todo entonado, sin embargo, con el paso de las jornadas y la ausencia de Luna (que nuevamente está en proceso de recuperación), el ex de Las Palmas se ha quedado con la titularidad y no tiene en mente soltarla. Ha disputado los últimos 5 partidos, completando todos los minutos jugados, como titular y a buen nivel, en apenas un margen de 22 días, sin tener necesidad de parar. Es cierto que De la Bella ya no es ese lateral de ida y vuelta, como puede ser Delmás, que en en el otro carril, corre y va, centra 10 veces y rápidamente vuelve a su posición, pero DLB tiene esa inteligencia y experiencia que le ayudan a elegir sus intervenciones de manera selectiva, para maximizar cada una de sus acciones.
Lo más importante; por su parcela no pasa nada, sin tener la punta de velocidad que tendría antaño, anula a sus rivales con una facilidad pasmosa, como por ejemplo en el duelo de hace un par de semanas, donde se enfrentaba al explosivo Kevin, joven promesa del Málaga que la está rompiendo este año en la SmartBank. De la Bella, en los primeros minutos de juego, le cogió la matrícula y la primera vez que Kevin le encaró, fue duro y con precisión abajo para robarle la pelota y dejarle claro quién mandaba en esa banda. Esta tarde, nuevamente, tuvo una actuación realmente fiable, ganando la gran mayoría de sus duelos, atando a sus rivales en corto y dinamitando diversos contraataques, la cuál era la mayor baza del Burgos para este encuentro.
Una de las notas más curiosas del partido de hoy, fue su convivencia en banda con el agitador albinegro Mo Dauda. El jugador cedido por el Anderlecht, desde el principio del encuentro ante el Burgos, buscó sus jugadas características, encarando a rivales para tratar de superarles y acercase al área, sin embargo los defensores burgaleses parecían tenerle controlado, lo que despertó bastante ansiedad a Mo, que dejó de encarar con tanta frecuencia y a soltar la bola demasiado rápido. De la Bella se percató de eso, y empezó a darle confianza y muchos más balones, de hecho cada vez que la recibía se escuchaba al lateral gritarle «¡GO, GO!» (¡Vamos, vamos!, en español), para que Dauda siguiese ejerciendo en su rol como jugador que es un dolor de cabeza constante para los defensas rivales y que genera muchas acciones para estirar al conjunto de Carrión.