Si había un buen momento para visitar al Real Valladolid parecía que iba a ser esta semana. Los vallisoletanos, recién descendidos a La Liga Hypermotion, tienen como claro objetivo volver a Primera División por la vía rápida, sin embargo su verano no fue sencillo, la planificación fue bastante accidentada en el mercado veraniego, el inicio de liga estaba siendo flojo (4/15) y ya en el último partido en casa, la anterior semana, hubo pitos a la directiva, al entrenador y a los jugadores a pesar de cosechar un 1-1 ante el Elche. Avisaba el entrenador Pezzolano de que lo ideal era no pitar al equipo durante el partido, porque podía perjudicar a sus propios fútbolistas.
De hecho, antes del minuto de silencio previo al comienzo del juego, ya se escuchaban alto y claro en el estadio los primeros ‘Ronaldo vete ya, Ronaldo vete ya’ para mostrar el descontento con la gestión del ex-futbolista brasileño. Así continuó tras el minuto de silencio y el inicio del juego. El nerviosismo fue a más en el José Zorrilla cuando el Cartagena empezaba a quedarse con posesiones más largas a mitad de la primera parte y especialmente cuando anotaron, aunque fuese en fuera de juego; Jony Álamo probó un inocente disparo lejano, el guardameta John no logró blocar a pesar de la facilidad, Ayllón cazó el rebote y se lo entregó a Ortuño, pero el atacante icue estaba en fuera de juego. Aún así, metió pánico al estadio vallisoletano que pitó ya sin reparo alguno a todo su equipo y especialmente al portero, que cada vez que llegaba una pelota a sus inmediaciones era pitorreado.
Cuando finalizó la primera parte y los jugadores se retiraban a vestuarios para el descanso, el futbolista Luis Pérez, titular ayer con el Real Valladolid, fue corriendo hacia las gradas para encararse personalmente con un aficionado, otro compañero tuvo que ir para retirarlo para evitar que el asunto se pusiese más feo. Justamente 2 horas antes del partido, ese mismo jugador vallisoletano estaba discutiendo por mensaje privado con un aficionado del Real Valladolid, lo que mostraba la tensión que había tanto en el vestuario como en el estadio de Pucela. Puedes ver el vídeo de esta acción haciendo click aquí.
Parecía el momento ideal para meterle la zarpa a un dolido Real Valladolid, sin embargo el Efesé volvió a pecar de falta de resolución en ataque. Jansson no pudo brillar, Hevel no tuvo su mejor día, Jairo pierde capacidad de sorpresa jugando en posición interior y Ortuño, aunque lo intentó y trabajó como un animal, no consiguió más que estrellar varios tiros ante los rivales. Faltó calidad, faltaron ideas y faltó veneno.
En la segunda mitad, el tono del partido fue cambiado poco a poco hasta que antes del 60 el Real Valladolid ya se había hecho dominador del juego y de las ocasiones, sin demasiado peligro, pero embotellando a un Efesé que se fue aún más atrás con los revulsivos desde el banquillo, con un claro mensaje de esperar atrás e intentar sorprender a la contra. Embaló fue prácticamente un doble carrilero, teniendo que estar muy pendiente de las ayudas al lateral y la entrada de Kiko Olivas en el 82′, por Jony Álamo, para montar de nuevo el sistema con 5 defensas, fue claramente el mensaje de que no había que ir demasiado alegres al ataque. Finalmente, el fútbol respondió con un gol en contra en el minuto 90, en un córner. La falta de maldad en ataque y el miedo a perder en la última hora acabaron de condenar al Cartagena.
Nuevamente a varios jugadores les tocó jugar en una posición diferente a la habitual, sin éxito