El Cartagena saca las garras a base de sátira por los arbitrajes tan dispares

Desde que Paco Belmonte llegase al FC Cartagena en el año 2015, la entidad albinegra siempre se ha caracterizado por ser cauta y colaboradora con los diferentes organismos que regulan por el buen hacer del fútbol español, en un mundo donde ya incluso se ha normalizado  que los clubes ‘pataleen’ sacando comunicados en redes sociales quejándose por arbitrajes dudosos. Nunca gustó mucho eso a la mayoría de la afición cartagenera, que en bastantes ocasiones esperaban que su equipo también se sumase a este tipo de protestas, algo que nunca llegó. Lo más parecido fue unas declaraciones de Luis Carrión, entrenador efesista, tras un polémico Ibiza – Cartagena con dos penaltis en contra, donde el catalán señaló que el árbitro le dijo a sus jugadores «os jodéis» tras las protestas de los futbolistas blanquinegros al acabar el encuentro. Obviamente, el audio ni se publicó e incluso Medina Cantalejo, Presidente del Comité Técnico de árbitros de la RFEF, salió semanas después a declarar que Carrión estaba mintiendo.

De poco sirve quejarse, a la vista está. Y no, no hay ninguna «mano negra» que quiera descender al FC Cartagena, el club desde su vuelta a 2ª incluso ha sido puesto como ejemplo de adaptación y crecimiento por dirigentes de la propia Liga. Ni las decisiones arbitrales tienen culpa del claro bajón del equipo en el tramo reciente de competición. De hecho, este mismo fin de semana, el Granada se queda de primeras con uno menos tras una segunda amarilla más que dudosa mostrada a Yann Bodiger.

Sin embargo, el arbitraje de esta última jornada ha traído cola, pues en el balance de errores el que más perjudicado cayó fue el Efesé, obviando el penalti en contra, que fue bastante leve, lo que fastidio más al club cartagenero fue la mano que el VAR no quiso señalar en el descuento, un centro al área era desplazado con la mano por Quini, que tenía el brazo totalmente extendido e imposilitaba que el balón le cayese limpio a otro jugador cartagenero. Curiosamente, en el VAR estaba Eduardo Prieto Iglesias, el mismo colegiado que en la Jornada 4 ante el Burgos señalaba una mano y penalti en contra del Efesé cuando a Alcalá, que estaba de espaldas a la jugada, le caía rebotado un balón que se iba por la línea de fondo.

Sigue sorprendiendo la disparidad de criterios diferentes en cada partido con todos los equipos. Lo que en una jornada no es penalti por mano, la siguiente fecha con el mismo colegiado sí lo es, y cuatro semanas después, vuelve a dejar de serlo. Se entendía sin el VAR, pues los árbitros tomaban decisiones en cuestión de milisegundos, pero no tiene sentido alguno con el VAR, una herramienta super útil y que debería cambiar el fútbol para bien, pero sólo está trayendo más polémicas cada semana. Mientras tanto, hablar de un árbitro en rueda de prensa sigue siendo pecado, es increíble ver el miedo con el que hablan jugadores y entrenadores en rueda de prensa cuando son cuestionados por esto, se piensan sus palabras, se muerden la lengua, se les nota incómodos… Sigue siendo incomprensible que, en pleno 2023, no se pueda escuchar al árbitro o al VAR a través de un micrófono en la retransmisión para que el aficionado pueda entender las decisiones que toman, o incluso una rueda de prensa, donde el árbitro, sin ser increpado por los medios, obviamente, pueda hacer todo esto más transparente. Está claro que los aficionados, cegados por sus colores, no se moverán de creer que han sido perjudicados, pero ayudaría a jugadores, entrenadores y demás a comprender más las decisiones para tratar de no repetirlas en un futuro. Personalmente, los «lloros» de los clubes en redes sociales suele parecerme un poco vergonzoso, pero hay mucho dinero, objetivos y puestos de trabajo en juego. Por ejemplo, este año Pablo Guede fue cesado como técnico del Málaga tras perder un partido en Tenerife con la decisión más polémica que se ha tomado en la SmartBank 22/23. Siempre habrá acciones «grises» donde no se pueda tomar una decisión clara al no haber una toma ideal, pero este precioso deporte se ensucia más semana tras semana cuando vemos que, una mano en exactamente la misma acción es penalti (como la que le señalan al Real Madrid este mismo sábado) y apenas unas horas después, la del Granada – Cartagena no es señalada, siendo incluso mayor el contacto con el balón. Por ejemplo, ayer también se vio esta dura entrada donde, increíblemente, el VAR no intervino para decretar un caro penalti para el Albacete, cuando hemos visto otros penaltis en esta misma jornada donde un toque más leve ha supuesto que se ejecute un lanzamiento desde los once metros.

Previamente, el Efesé, en apenas 22 jornadas disputadas, ya había tenido una buena cantidad de decisiones dudosas que costó puntos importantes. Por rescatar algunas de las más sonadas, podemos recordar la mano de espaldas de Alcalá, el gol del Oviedo tras un control con el brazo, un tanto anulado a De Blasis por un fuera de juego inexistente en el descuento ante el Leganés tras 8 minutos de revisión, la doble amarilla de Pablo Vázquez en Las Palmas, el espectáculo bochornoso en Anduva donde se pitó un pisotón de Jairo que intentaba esquivar a un rival mientras que el Efesé ya estaba en plena contra cerca del medio del campo, la posterior roja que el árbitro tuvo que retirar porque interpretó mal el reglamento o una mano similar a la del Granada en el Cartagena-Eibar.

Ayer, el Cartagena publicó un cartel de manera satírica donde se veía a un árbitro revisando la acción de la mano del Granada que no se pitó, con el título de «Hands League «.