Situada pocos kilómetros al sur de Cádiz y rodeada por agua, la Isla de León, por su plana orografía y su situación geográfica, ha sido durante la historia siempre lugar clave en la zona del oeste andaluz.
En el centro de dicha isla se alza la localidad de San Fernando, con menos de cien mil habitantes censados. Una ciudad que ha vivido asentamientos humanos desde que los fenicios, mil años antes de Cristo, tomaran posesión del archipiélago de las Gadeiras. Ha vivido conquistas cartaginesas, romanas, bárbaras, musulmanas, cristianas, ataques piratas, fue centro neurálgico importantísimo para la elaboración de la ‘Pepa’, Constitución Española promulgada en Cádiz el 19 de marzo de 1812 e incluso botó el primer submarino, el del cartagenero Isaac Peral, en 1888.
En la Villa de la Real Isla de León, como se le llamó hasta 1813, el fútbol no es cosa moderna. De hecho, en 1940 ya existían tres equipos en dicha localidad: el Atlético San Fernando, el Club Deportivo Arsenal y el San Fernando Fútbol Club. Se fusionaron en uno solo en el 1941, lo que provocó los mejores años del deporte rey en la ciudad. El equipo, entonces en Tercera, consiguió el ascenso a la Segunda División en el año 1953, donde permaneció una década, hasta descender en la temporada 1963-64.
Desde entonces, el CD vagó por categorías inferiores hasta certificar su defunción en 2009, cuando se creó el actual San Fernando CD Isleño.
Su historia no ha sido sencilla. Nació en primera andaluza y ascendió rápidamente a Tercera y Segunda B. Volvió a descender y, de nuevo, subió en 2016. No obstante, hace solamente dos años, el joven club azulino quedó a la deriva, sin junta directiva presidencial. Monchi, entonces director deportivo del Sevilla FC, tuvo mucha importancia para que pudiera sobrevivir. Mari Ángeles Carrillo Aparicio, única candidata, se convirtió el 11 de octubre de 2017 en la presidenta del equipo. Una mujer, rara avis en esto del fútbol, que se rodeó de una junta directiva que ha provocado que el conjunto vaya subiendo paso a paso, gracias al apoyo de las empresas de la ciudad y con un presupuesto humilde y una plantilla comprometidísima con un míster, José Herrera, que destila naturalidad a pesar de su inexperiencia.
El conjunto cañaílla está haciendo soñar a sus aficionados con lo que se vivió hace ya sesenta años, realizando la mejor temporada desde aquel fatídico 1964. Se han colocado de forma silente en la tercera posición de la tabla, a pesar de que la campaña no ha sido para nada sencilla.
El estado del césped tras el verano de 2018 era deplorable. Después de una resiembra más que comprometida, los isleños incluso tuvieron que disputar varios partidos fuera de su estadio habitual, un Iberoamericano que necesitaba de cuidados. Así, jugaron en Chiclana de la Frontera y en el estadio de Chapín (Jerez de la Frontera), partidos para los que el club puso autobuses gratuitos y donde la afición respondió de forma espectacular, llenando seis en cada encuentro y viajando muchos en coches particulares. A pesar de los problemas, lograron dos meritorios empates contra la UD Melilla (0-0) y Atlético Sanluqueño (2-2). Sin embargo, todas las circunstancias extradeportivas provocaron un comienzo de temporada titubeante, sumando cinco puntos en las primeras cuatros jornadas y situándose en decimoquinta posición.
A partir de entonces, comenzó el despegue. Una espectacular racha de 40 puntos sobre 60 posibles (doce victorias, cuatro empates y cuatro derrotas) les han colocado en la segunda posición en este período de tiempo, solamente superados por un imparable Cartagena (50/60). Son el mejor equipo como local: suman ya 29 puntos y solo han perdido dos partidos, contra la Balompédica Linense y contra el Atlético Malagueño.
Carri, al que se blindó el pasado diciembre hasta 2020, es el director de orquesta. Suma ya cinco tantos y sus aportaciones desde la mediapunta casi nunca bajan del notable. El veterano local Pedro Ríos, ex de Levante, Getafe, Xerez y Recreativo de Huelva, porta el brazalete de capitán con honor. También cinco son los goles que tiene en su haber, tres de ellos de penalti. Pau Franch, delantero guerrero, el hombre que más duelos aéreos disputa de toda la Segunda División B, también ha sido capaz de anotar ese número de tantos, aunque solo lo ha hecho en tres partidos. Manu Ramírez, con su exquisita zurda, ha sido una de las sorpresas de la temporada. Ocupando plaza de sub-23, comenzó como suplente. Poco a poco ha ido ganando protagonismo hasta que este pasado fin de semana completara su mejor actuación: hizo un golazo olímpico digno de telediario y marcó un segundo tanto tras un regate delicioso.
Los defensas Nano Cavilla y Oca se encuentran al mejor nivel de su carrera. Otros jóvenes como el canterano del Córdoba Vera, el central Colo y el mediocentro Palma están dando también de sobra la cara. Además, se está contando con la cantera: Javi Gómez, Torres y Sergio Romero han tenido minutos y no han desentonado. Pero no solo de nuevos talentos se nutre el San Fernando, y es que su mayor activo está en la veteranía. Muchos superan la treintena: Gabi Ramos, Diego Simón, Bruno Herrero, Lolo Guerrero, Pablo Sánchez, Juanje y el ya citado Pedro Ríos tiran del carro comandado magistralmente por un José Herrera (40 años) casi de la misma quinta que algunos de ellos.
Aunque el ataque está funcionando bien, la defensa es el aspecto más destacado con diferencia. 16 goles ha recibido Rubén Ramos en los 24 partidos que ha disputado (0,66 por partido). Hasta 14 veces ha mantenido su portería a cero y entre las jornadas 5 y 12 tan solo recibió un tanto.
De hecho, un pequeño bache (0/6 en semana 20 y 21, con 5 goles en contra) es lo único que ha provocado que no estén peleando por la primera posición. De momento, este fin de semana ya han asegurado la permanencia a falta de catorce jornadas para concluir la competición y, a partir de ahora, todo va a ser un regalo. Un milagro gestado a base de trabajo y sacrificio en una pequeña isla al sur de Cádiz, en un estadio que cada día tiene mayor afluencia de público gritando al unísono: ¡Tracatrá!