No es un secreto que el Cartagena ha pasado por un bache largo, tal vez muy largo. Lo pasan todos los equipos y se suele hacer mas palpable cuando más arriba o más abajo te encuentres. Normalmente la solución pasa por hacer cambios, de sistema, de jugadores o el más recurrente, de entrenador. Aquí no, el club ha optado por la paciencia y el creer en lo que se había trabajado. Carrión ha continuado con su trabajo y con la fé intacta en su sistema y sus jugadores, no exento de modificaciones.
Pero hay algo en particular que llama mi atención, la paciencia del público de Cartagonova. Madurez, podríamos decir. El equipo ha estado 8 partidos sin encontrar la victoria y lo máximo que se ha podido percibir ha sido un leve murmullo, señal inequívoca que al equipo se le veía intentarlo aunque no llegase a conseguirlo. Cualquier cartagenero que me lea sabe de lo que hablo. En Cartagena somos calientes, nos gusta la lucha, el sacrificio, la entrega, y cuando lo vemos en el campo sabemos premiarlo.
Desde el primer partido de esta temporada el estadio era otro, espoleado por la Curva Vickers el Cartagonova tronaba como sólo lo hemos visto en las grandes citas. Entrenadores como Luis Garcia Plaza han alabado la actitud y el calor del público de Cartagena. Llegó a ser costumbre que el que pasase por Cartagena iba a sufrir. Unidos jugadores y afición hacen que al equipo más grande le surjan dudas. Las piernas dan más de si cuando en una contra tu público ruge. Llegas más fuerte al remate cuando te acompañan las palmas. Son personas, por supuesto, no me olvido, son profesionales, pero personas al fin al cabo.
El objetivo lo conocemos, es el que hay que lograr, pero a partir de hay, soñemos, porque hay que soñar, soñemos todos juntos y que Cartagonova vuelva a tronar!
Hombre, un leve murmullo… Es cierto que en el pasado seguramente la paciencia de la grada hubiera sido menor que en esta ocasión, pero el ruido antes de Eibar era bien intenso. Una gran parte de la afición pedía la cabeza de Carrión.
Ojalá sigan los buenos resultados y todo esto quede en una mala racha y de aquí a final de temporada sólo vengan éxitos.