La Selección Española de Fútbol Sala está en San Pedro del Pinatar, donde permanecerá concentrada hasta el próximo jueves disputando dos partidos amistosos contra Guatemala. Efesista ha aprovechado la ocasión y el seleccionador ha charlado durante unos minutos con José David Osorio y Pascual García. Llega puntual a nuestra cita en el hall del Hotel Thalasia. Viste el chándal oficial, con las dos estrellas en el pecho que recuerdan los mundiales conquistados en Guatemala 2000 y China Taipéi 2004.
Federico Vidal Montaldo (Jerez de la Frontera, 1973), conocido deportivamente como Fede, pasó en su etapa como jugador por equipos de la talla de Xerez, Santiago, Pontevedra, Valencia, etc… -curiosamente ya ninguno milita en Primera- Pero fue con 21 años, muy joven todavía, cuando se marchó por primera vez de casa para empezar un nuevo reto en la otra punta de España, concretamente en Ourense. Firmó tres años y fue una gran experiencia.
«Al final, cuando sales de casa buscas perseguir un sueño y no piensas a dónde vas. Además, las condiciones eran buenas y decidí marcharme. Estoy muy contento de que haya sido una de mis etapas como profesional porque fueron tres años muy bonitos».
Antes de partir hacia tierras gallegas, disfrutó como un niño del ambiente que se respiraba en su tierra, en Xerez, con el equipo en primera división y con una afición que vivía con pasión este deporte. Desgraciadamente, eso se perdió un poco y es algo que se echa de menos.
«Es una pena que sucedieran así las cosas. Ahora se está intentando que poco a poco, todo vuelva a su cauce y se recupere ese fútbol sala de élite de años atrás. Al final toda la provincia de Cádiz es una cuna del fútbol sala con grandísimos jugadores que han salido de la fábrica de Virgili, Xerez o San Fernando por ejemplo. Realizan un gran trabajo y a la vista está.
Volviendo a su periplo en Ourense, Fede Vidal compartió vestuario con el actual entrenador de Jimbee Cartagena, André Brocanelo. ¿Mantienen aún el contacto?
«Estuvimos las tres temporadas juntas y nos hicimos grandes amigos. La vida te lleva por caminos diferentes y perdimos el contacto durante un tiempo, pero ahora solemos hablar más y además es entrenador de primera división, algo que me alegra».
De Ourense pasó a Valencia Vijusa, a donde llegó de la mano de Miki en el noventa y nueve para jugar en división de plata. Permaneció cinco años en la capital del Turia y fue subcampeón de liga y semifinalista de copa, siendo su mejor recuerdo la copa que levantaron en La Fonteta, donde aquel día no cabía un alfiler, algo inolvidable. Fueron los mejores años de Fede en lo deportivo, ¿También en lo personal?
«En lo personal no, la vida personal va ligada a la familiar y hemos vivido muchísimas épocas interesantes, pero si que es cierto que en aquel Valencia pude conseguir los únicos títulos que gané como jugador. Fue donde más suerte y continuidad tuve e hice muchísimos amigos».
Tras cinco temporadas magníficas, hizo el camino de vuelta a Galicia y se enroló en las filas del Lobelle de Santiago. Otra oportunidad más en un gran equipo, pero de repente, una lesión de rodilla se lo cargó todo y tuvo que retirarse.
«Fue una lesión de cartílago la que me aconsejó la retirada. El lado negativo es que tienes que dejar de jugar cuando aún sabes que tienes cuerda para rato, pero el lado bueno es que tenía claro que quería ser entrenador y sabía que estaba preparado para ello. Mirando atrás, en ese aspecto fue algo positivo, porque me permitió empezar a trabajar muy pronto».
¿Cómo se digiere algo así?
«Es cierto que fue algo muy complicado de asimilar, pero no es lo mismo tener que asumirlo cuando eres más joven que cuando tienes treinta años como tenía yo. El deporte a nivel de jugador se acaba tarde o temprano y no tuve la suerte de prolongar mi carrera todo lo que hubiera querido. Fueron doce años en los que disfruté del fútbol sala. Al final eres más maduro y se aprende a llevarlo mejor. Evidentemente, el apoyo de la familia es fundamental y son los que te ayudan a seguir adelante».
Como entrenador cogió experiencia en Bujalance, Benicarló y como asistente en La Luparense italiana, hasta que en el año 2010 inicia su trabajo como técnico en la selección española ¿Quién le brinda esa oportunidad?.
«Es Venancio el que confía y se fija en mí para ser su ayudante. Al cabo de dos años, me fue dando responsabilidad en las categorías inferiores. No solo fue algo muy positivo para mí el poder estar a su lado y aprender de él, sino que también lo fue el poder poner en práctica lo aprendido como primer entrenador en la sub-19 y sub-21. Para mí ha sido un máster el estar al lado del mejor entrenador del mundo y en ese sentido estoy más que contento porque creo que he sabido aprovechar la oportunidad».
Siendo técnico asistente ganó dos eurocopas (Croacia 2012 y Serbia 2016) y fue subcampeón del mundial de Tailandia, un campeonato en el que el combinado nacional se quedó con la miel en los labios. ¿Tiene Fede Vidal clavada esa espina del torneo?.
«Todos la tenemos. Es un título que todos quieren ganar y creo que hicimos méritos suficentes para conseguirlo, pero no tuvimos esa suerte y se lo llevó Brasil. Aun así estamos tranquilos porque dimos el todo por el todo. Ahora hay que seguir peleando para aspirar siempre a lo máximo».
La versión que dio España en la final de Colombia fue posiblemente la peor que se ha dado en una cita internacional. ¿Qué cree que fue lo que falló?
«Principalmente, el calendario. Fue la primera vez que se disputaba el mundial en septiembre y en ese sentido el equipo no pudo llegar en las mejores condiciones. No solo nos pasó a nosotros. A partir de ahora tenemos que aprender, no queda otra».
En su trayectoria se ha empapado de conocimientos con Venancio y Miki, dos de los mejores entrenadores. ¿Le gustaría ganar algún título también por ellos?
«Estoy en un sitio en el que valoro todo lo que pueda lograr por el fútbol sala nacional. Independientemente de eso, estoy muy agradecido a todas las personas que me han ayudado en mi crecimiento como entrenador».
Tras la reforma en la Federación que supuso la llegada de Luis Rubiales, le llega la oportunidad en el cargo. ¿Cómo afronta el reto?.
«Lo afronto con muchísima ilusión responsabilidad. Me siento y nos sentimos totalmente preparados. Sabemos la manera de trabajar y aceptamos sin dudarlo. Ahora tenemos objetivos muy importantes a la vista como la clasificación para el mundial y trabajaremos para llegar de la mejor manera».
España se ha acostumbrado a estar en lo más alto y conquistar títulos con naturalidad. ¿Ha hablado con la Federación de objetivos o se intentan evitar las exigencias?
«No. Sabemos quienes somos y no hace falta hablar con nadie en ese sentido. Vamos paso a paso, pero el objetivo es ganar todos los títulos que disputemos. Nunca fue fácil clasificarse para un mundial, lo primero es llegar. Si finalmente es así, evidentemente tendremos que intentar ganarlo».
Últimamente se le ha asignado una etiqueta de continuista a pesar de convocatorias como la actual, en la que no pueden ir jugadores de Inter y Barcelona. ¿Son incómodos para usted ese tipo de comentarios?.
«Para mí no lo es. Estaba en el equipo de trabajo anterior y se hacían muy bien las cosas en ese sentido. En la última final de eurocopa por ejemplo, fuimos superiores y merecimos ganar. Las sensaciones fueron muy positivas y pensábamos en que no había que hacer un gran cambio. Es cierto que los jugadores que estaban y están en este momento tienen un muy buen nivel y ahora hay jugadores con los que estamos contando últimamente que están llamando a la puerta. En total son veintisiete los que han participado en esta temporada y hay gente que se está mereciendo la oportunidad».
Dentro de esa línea continuista que usted defiende y respecto a la filosofía de juego de Venancio y la suya, ¿en qué se diferencian ambas selecciones?.
«En poco. Nuestra idea es prácticamente la misma. Optamos por una defensa de presión alta y tenemos un amplio repertorio en cuanto a la estrategia. Hay pequeños matices que un momento dado se pueden trabajar, porque el fútbol sala está evolucionando mucho en situaciones tácticas y hay que adaptarse a las situaciones que se dan en la pista».
Charlando un poco sobre el amistoso que se iba a disputar en Cartagena, al final y en un vuelco de la situación, el ayuntamiento decidió que no se cumplían los requisitos para que se disputase el encuentro. A pesar de no ser un tema técnico, ¿qué opina al respecto de lo ocurrido?.
«No tenemos opinión. Nosotros solo trabajamos en el plano deportivo y eso está en un plano institucional. Estamos muy contentos de estar en la Región de Murcia y de que la afición murciana disfrute de ambos partidos».
A propósito de Cartagena, Raúl Jerez, capitán del Jimbee, lleva dos temporadas a un nivel magnífico y la afición cartagenera reclama insistentemente su presencia en la selección. ¿No cree que este hubiera sido un buen momento para darle la oportunidad y hacer un pequeño guiño a la que iba a ser inicialmente la anfitriona de uno de los amistosos?.
«No pensamos en los guiños, solo nos basamos en criterios estrictamente deportivos. Tenemos cinco convocatorias y hemos trabajado con cinco porteros, Fabio, Fede, Juanjo, Jesús Herrero y Carlos Barrón. Raúl es un excelente portero, poco más que decir».
Fede y otro conocido como Tete ha podido jugar muchas veces en Cartagena y ha podido comprobar lo volcada que siempre ha estado la ciudad con el equipo. ¿Veía el ambiente como algo hostil o como un aliciente que le gustaría trasladar a sus pupilos?.
«Eso va según el carácter de cada uno. En Cartagena se vive muy intensamente el fútbol sala y es un sitio maravilloso para jugar tanto de local, que no pude disfrutarlo, como en contra».
Hablando de Tete, ha iniciado su andadura en los banquillos como asistente de Moli en Antequera. En la pista fueron una pareja letal. ¿Le gustaría repetir esa dupla en los banquillos?.
«Actualmente tenemos el cuerpo técnico completo. Tete era un grandísimo jugador, es una grandísima persona y estoy seguro que triunfará como entrenador».
Mirando ya al futuro y enfocando la mirada hacia el mundial de Lituania, se debe pensar en los cimientos en los que se tiene que apoyar la selección. ¿Que jugadores cree que deben ser la base de este proyecto?.
«Tenemos que pensar en el presente, eso es lo primero. Sí es cierto que hay una serie de chicos que irán teniendo una presencia más continuada y otros que se irán incorporando en el futuro. La exigencia es muy alta y sabemos que el futuro de la selección está asegurado».
Uno de esos jugadores de futuro es Miguel Ángel Mellado, de Jimbee Cartagena y actualmente en la sub-21. ¿Qué le aconseja usted para subir ese escalón que le falta y no quedarse en promesa?.
«No hace falta consejos. Estuvo en la última convocatoria y ha crecido mucho en el último año y medio. Tiene muchísima capacidad en el pase y en el uno contra uno y, además, ahora está ganando en competitividad, disputando muchos minutos en primera división».
Para finalizar, en la última eurocopa en Eslovenia y la última copa de España en La Fonteta, se ha evidenciado una reducción importante del espectáculo a la par que del número de goles. ¿A que cree que se debe eso?.
«Los equipos cada vez se conocen más, son más fuertes y cada vez hay más seguridad. Eso es evidente y es algo que es un crecimiento constante en los últimos años. Ha crecido la igualdad y cada vez hay más partidos igualados, tanto en el ámbito internacional como en el de clubes. Sí es cierto que respecto a las normas. se puede retocar alguna para que se vea más espectáculo, eso está claro.