No pudo ser, solo faltó suerte. Jimbee Cartagena hizo todo para ganar, pero solo sumó un punto ante un rival directo que los aleja un poco más del playoff. Juanpi, el autor del gol. Molina, portero visitante, el mejor del duelo.
Los cartageneros no salieron a especular. Desde el pitido inicial presionaron la salida de balón de los peñiscolanos. Algo que surtió efecto, ya que a los visitantes le duraba muy poco el esférico. A pesar del buen inicio de los locales, un despiste defensivo permitió que a los dos minutos, Raúl Gómez rematase solo en el segundo palo. Por suerte, esa pelota se marchó por encima del larguero.
La aparición de Juanpi entre líneas por el centro estaba haciendo daño a la defensa rival. En una de esas apariciones, el diez se la dejó a Jesús, que probó fortuna desde lejos, pero Molina sacó una gran mano. El dominio melonero en los primeros compases estaba siendo claro y a los seis y medio, Raúl Canto se sacó de la manga un magnífico recorte y la rompió. De nuevo apareció Molina para salvar a los suyos.
Poco después fue Batería el que lo intentó. El brasileño disparó con muchísima dureza y otra vez volvió a intervenir el meta visitante. Llegaban las ocasiones para los de la Trimilenaria, que cada vez más se hacían con el control total del encuentro, aunque el premio del gol no llegaba.
Los de Juanlu Alonso no encontraban la manera de salir con el cuero jugado desde atrás. La intensidad en la presión de los de André era altísima e incomodaron por completo a los azules. Al ecuador del primer tiempo se llegaba con resultado gafas, eso sí, con un Cartagena bastante superior.
Cuando restaban nueve y medio para el descanso, Fran Fernández se sacó un latigazo desde lejos que salió muy cerquita del poste. Alonso se vio obligado a pedir tiempo muerto para intentar espabilar a sus pupilos. La pausa pareció no tener resultado, porque lo que llegó a falta de ocho fue una doble ocasión de Fernández, pero Molina estaba en plan colosal y volvió a realizar otros dos paradones.
En la siguiente acción, Raúl Gómez se plantó delante de su tocayo y el del Alcantarilla le ganó la partida. Recital en ambas porterías.
A falta de cinco y medio para el paso por vestuarios, una maravillosa salida de presión por parte de los meloneros dio lugar al uno a cero. Batería se la dejó a Eka, que la aguantó y esperó la subida por izquierda de Juanpi. El catorce se la dejó de suela al diez, que no lo dudó y definió a la perfección batiendo con un zurdazo a Molina.
El tanto dio más alas a los de André, que a punto estuvieron de lograr el segundo, pero de nuevo el meta lo impedió. Sin duda alguna, el solo mantuvo con vida a Peñíscola durante la primera mitad. Jimbee Cartagena supo defender con uñas y dientes la ventaja y al descanso, la ventaja fue local (1-0).
El segundo tiempo empezó y la tónica era la misma. Cartagena quería el balón y lo tuvo. En defensa, presionó a pista completa desde que sonó el silbato del colegiado. Solo habían pasado dos minutos cuando Jesús se plantó solo ante Molina. El de amarillo volvió a intervenir. Segundos después, Eka mandó el balón al poste.
Apenas un minuto después y en una jugada de mala suerte, una parada de Raúl rebotó en Batería, que acabó introduciendo la bola en su propia portería. Tablas en el electrónico
Jimbee supo rehacerse bien de la situación y Batería se echó el equipo a la espalda. Encaró en varias ocasiones y generó muco desequilibrio. En una de sus intervenciones, el once provocó una falta peligrosa que no acabó en gol de Fran porque Molina andaba por el parqué del Palacio en plan colosal. No había manera.
El tiempo pasaba y la ofensiva por parte de los de Brocanelo era más que clara. Batería cogió el peso del partido y de nuevo se sacó otro latigazo desde fuera, que se fue muy cerca del palo.
Los valencianos despertaron un poco antes de llegar a los diez minutos finales. En la única acción peligrosa de estos, Raúl atajó un potente chut de Gava. Segundos más tarde, Jaime Peiró la tiró fuera en la línea de gol y sin portero. En el banquillo visitante no se lo podían creer y se echaron las manos a la cabeza.
Un Raúl que dio el susto de la tarde al tirarse al suelo y obligar a los árbitros a parar la contienda. El murciano se quejó de su hombro malo y pareció que no podía seguir, pero finalmente continuó sobre la pista.
El juego de espaldas de Ique fue un quebradero de cabeza para sus rivales. El pívot dio muco desahogo a su equipo a la hora de llegar al ataque. Cuando restaban ocho, Juanpi buscó su segunda diana con una fuerte volea que salió demasiado cruzada.
Solo faltaban cinco minutos y el gol tenía que llegar. Las imprecisiones de los cartageneros llegaron en el peor momento y un par de fallos de Raúl en el pase estuvieron muy cerca de costar el uno a dos. El que también estuvo cerca de provocar el delirio en el Palacio fue Canto, que vio a Molina adelantado y chutó elevado desde su propio campo. Un chut que no entró por los pelos.
El gol seguía sin llegar y André apostó por el juego de cinco con Juanpi como portero jugador. En el último segundo, Mellado tuvo en sus botas la victoria. Su disparo dio en el larguero. Al final, empate a uno en el marcador. Siguen los meloneros en décima posición con treinta y dos puntos, a dos de Peñíscola (34) y 5 de Aspil (37), que cierra el playoff.