Lugo (Marzo de 2007)
Denominación: Polaris World Cartagena
Ronda eliminatoria: Cuartos de final (MRA Navarra 5 – 3 Polaris World Cartagena)
Entrenador: Tino Pérez
Plantilla: Cristian, Ciço, Simi, Torras, Jordi Sánchez, Manoel Tobías, Orol, Lenisio, Sergio Rivero, Rafael. También pertenecían al equipo esa temporada Sergio A., Fali, Balo y Sergio Gama.
Dicen que el ser humano es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra, y cuando llegaba la Copa, Polaris se topaba con una piedra que parecía una montaña enorme. El equipo entrenado por el toledano Tino Pérez llegaba a Lugo con la lección aprendida: El favoritismo se demuestra sobre la pista y no valen confianzas contra ningún rival. Con este mantra se pretendía encarar el partido de cuartos de final ante MRA Xota de Navarra. Si las anteriores eliminaciones habían supuesto un «palo», no se trataba de olvidarlas sino de aprender de ellas.
El proyecto de Polaris estaba ante su último año, pero eso aún sólo eran rumores. Lo que contaba es que el equipo parecía consolidado y estaba jugando mejor que otros años, con tan sólo unos retoques en la plantilla. Eso sí, algunos movimientos fuera de la pista eran menos evidentes y se echaban de menos las caras habituales unidas al fútbol sala cartagenero, como Antonio Mínguez, Roberto Sánchez o el propio Javi Matía, relegados a un segundo plano.
Una vez más la afición se desplazó (los que viajaron nos cuentan que quizá fue el mejor de todos los viajes) y una vez más el cruce nos volvió a librar de uno de los equipos «grandes». A priori, aquel cruce de cuartos de final debía ser bastante igualado porque enfrentaba al tercero contra el cuarto, pero obviamente por nombres no se podían comparar ambas plantillas. La eliminatoria resultaba el más claro ejemplo de dos proyectos contrapuestos: Las estrellas contra el bloque, el talento frente al esfuerzo. Está claro por qué en aquellos años el aficionado neutral, acostumbrado a apoyar por defecto al equipo más humilde, siempre se posicionaba en contra de Polaris. No fue una excepción la grada lucense.
En el conjunto navarro empezaban a destacar un tal Carlos Ortiz y Lukaian (que pasó sin pena ni gloria por Cartagena hace muy poco). Precisamente el brasileño abrió el marcador. A los diez minutos el equipo verde ya ganaba 2-0 y a Polaris le volvieron a aparecer sus peores pesadillas coperas. Sin embargo Tino Pérez espoleó a los suyos y con apenas dos goles en dieciocho segundos se llegó al descanso con empate en el marcador. Lenisio, esta vez sí presente cuando más se le necesitaba puso en ventaja a Polaris, pero Eseverri empató para llevar el partido a la prórroga.
Esta vez no hubo gol de oro como en Pamplona, pero lo que si hubo fue una desconexión total en el tiempo añadido, donde Polaris no fue capaz de marcar pero sí recibió dos tantos (el último, otra vez de Lukaian). Tras la derrota, la directiva ratificó a Tino Pérez para no estropear las opciones en la liga. Sin embargo sí que se puso en duda la preparación física del equipo tras el naufragio en la prórroga y se le pidió a Eduardo Armada un informe detallado del estado físico de los jugadores.
Con esta derrota se cerró la participación de Polaris en las Copas de España. Pocas fechas más tarde de la eliminación, Salvador Hernández hizo público que el patrocinio iba a concluir al final de la campaña. Las razones, con el tiempo, son más que obvias, y Polaris ya había tenido un revés económico a principios de año. Sin embargo, se esgrimían razones institucionales como «la falta de profesionalidad de la liga, lo mal que funcionan los intereses de televisión o la falta de seriedad en comparación con otros deportes».
A aquel proyecto aún le quedaría una final de liga por disputar, seguida de una reestructuración que acabaría desmantelando la plantilla y dejando a la institución en una situación delicada.
Santiago de Compostela (Febrero de 2010)
Denominación: Reale Cartagena
Ronda eliminatoria: Cuartos de final (FC Barcelona 5 – 4 Reale Cartagena)
Entrenador: Luis Fonseca
Plantilla: Fabio, Raúl Manjón, Sergio Lozano, Fabián, Messias, Javi Matía, Luis Jara, Palomeque, Cobeta, Héctor, Molina. También pertenecían al equipo esa temporada De Bail, Álex, Celso, Esteban, Andresito y Chema.
La trimilenaria ciudad de Cartagena es experta en resurgir de sus cenizas. Arrasada y expoliada por todas las civilizaciones que en ella han puesto sus ojos para lucrarse, pero siempre ha vuelto para sobrevivir. Quizá esa sea su mayor grandeza, y puede que esto sea trasladable al fútbol sala. Un equipo histórico sin títulos, pero capaz de sobreponerse a mil y una circunstancia. Los años después de Polaris supusieron zozobra económica y un regreso obligado a la humildad institucional.
Pero los que nunca fallan no se bajaron del barco y a veces, el deporte sabe premiar esas cosas: Sobre el pecho un nuevo escudo, una nueva camiseta y un proyecto encabezado por el carismático Luis Fonseca. Javi Matía había vuelto. El entrenador supo atraer a jóvenes jugadores que conocía bien y que años después se convertirían en estrellas rutilantes (como Sergio Lozano, Fabio o Andresito) acompañados de jugadores consolidados como Molina, Cobeta o De Bail. El brasileño hizo una primera vuelta escandalosamente buena, ayudando a clasificar al equipo para la Copa de Santiago. Curiosamente Santiago de Compostela, donde empezó todo con Polaris.
En contra de lo que había pasado hasta entonces, Reale Cartagena llegaba como «tapado» al torneo. El propio Fonseca decía que «lo normal era volver a casa en cuartos». Puede que ser un lobo con piel de cordero le siente mejor a Cartagena que los favoritismos de años anteriores. Lo que sí quedó claro es que aquel equipo estuvo muy cerca de pasar a semifinales e hizo méritos suficientes, sólo una paupérrima actuación arbitral lo impidió.
El rival era el FC Barcelona de Marc Carmona. El de Ari, Javi Rodríguez e Igor. El mismo que perdería en semifinales con ElPozo, a la postre campeón. El partido fue vibrante y loco, lo que favorecía al equipo menos favorito, ante más de 3500 espectadores que acabaron increpando a los colegiados por sus decisiones a favor del equipo blaugrana. Lozano marcó los dos primeros goles para Reale, sorprendiendo a todos con un 2-0 que rompía todos los pronósticos, y también fue protagonista del 2-1 que se marcó en propia puerta. El madrileño fue la estrella indiscutible del encuentro y los directivos del Barça se quedaron prendados de su juego. Ya sabemos todos como acaba la historia de ese romance…
En la pista la polémica se desató cuando Javi Rodríguez debió ser expulsado por una agresión a Raúl Manjón, que acabó golpeado contra la valla. Los últimos minutos estuvieron a la altura del espectáculo, Cobeta y Cristian (en una extraña acción en que acaba marcándose en propia puerta) apretaron el marcador, e incluso Fabián que había hecho un partidazo desaprovechó una clara ocasión para empatar a falta de treinta segundos.
El equipo caía de nuevo en cuartos, pero el «espíritu de Santiago» había vuelto. Cartagena ya estaba aquí.
Madrid (Marzo de 2018)
Denominación: Plásticos Romero Cartagena
Ronda eliminatoria: Cuartos de final (Plásticos Romero Cartagena 2 – 5 Jaén Paraíso Interior)
Entrenador: Juan Carlos Guillamón
Plantilla: Raúl Jerez, Marcao, Javi Díez, Pelé, Attos, Juanpi, Jesús Izquierdo, Drahovsky, Barón, Casas, Fran Fernández, Jose Carlos, Rahali, Ique. También pertenecía al equipo esa temporada Castell.
Habían pasado ocho años en una travesía durísima que incluyó un descenso a segunda, una refundación, un paseo por el filo del abismo de la desaparición y mirar muy cerca a la 2ªB. Si lo de Reale fue una resurrección, ver a Plásticos Romero codearse con los mejores fue un auténtico milagro hecho realidad.
Lejos quedaban las cifras estratosféricas de Polaris. El proyecto aún tenía el regusto agrio de haber visto la muerte deportiva muy de cerca y ahora se sustentaba en la humildad, en la sostenibilidad económica alimentada por un patrocinador de carácter regional, que a su vez se traducía en el entrenador y los jugadores: Un grupo con algunos retoques foráneos pero con un núcleo claramente definido por jugadores de la Región de Murcia que habían estado «en las malas» con el equipo. Raúl, Fran, Jesús y Juanpi han marcado una época en el fútbol sala cartagenero y son los cuatro únicos jugadores de aquella plantilla que repetirán en el Wizink Center (tanto en 2018 como en 2021).
La clasificación in-extremis para la Copa ya fue un premio para el equipo, que llegó a Madrid sin ninguna responsabilidad. En poco se parecía esta Copa a la de 2004: Habían cambiado hasta las normas, habían desaparecido equipos que antes eran favoritos. Ahora los jugadores iban a jugar ante casi 5000 personas y las entrevistas se hacían con teléfonos móviles. Lo único que no cambiaba y estaba intacto era la ilusión tanto del equipo como de los aficionados que viajaron a Madrid.
Es verdad que enfrente estaba Jaén, acostumbrado a desplazar a miles de aficionados y teñir las gradas de amarillo por aquel entonces. Pero enfrente los cartageneros sabían que podían dar la sorpresa y a punto estuvieron de hacerlo. El equipo había ganado al Barça en liga hacía poco. Se había llegado a un acuerdo con «Teatro Romano» para lucir la publicidad en las camisetas e incluso se estrenaba un flamante autobús para la ocasión. Todo el viento soplaba a favor.
El partido estuvo muy igualado y sólo los pequeños detalles decantaron la balanza. Los cartageneros se sobrepusieron al gol de Alan Brandi y Jesús empataba antes del descanso. Raúl Jerez seguía siendo «San Raúl» y Cartagena no supo sacar provecho de los muchísimos córners que concedió Jaén. Quedará para el recuerdo la ocasión que tuvo Drahovsky a puerta vacía. Y finalmente con un 3-2 en el marcador Guillamón sacó el portero-jugador de manera valiente, pero la apuesta salió cruz.
Aquella Copa fue la Copa de Adri Pereira, la del golazo de Ricardinho, la que volvió a ganar Jaén en la final contra Inter… Pero para Cartagena fue la confirmación de que es capaz de resucitar todas las veces que sea necesario aunque nos den por muertos.
Madrid (Marzo de 2021)
Denominación: Jimbee Cartagena
Ronda eliminatoria: Semifinales (Inter Movistar 2 – 0 Jimbee Cartagena). En cuartos de final vencieron a Valdepeñas (2-1)
Entrenador: Duda
Plantilla: Raúl Jerez, Chemi, Chispi, Luciano Avelino, Jesús Izquierdo, Bebe, Mellado, Franklin, Andresito, Lucao, Juanpi, Fran Fernández, Marinovic, Solano y Waltinho.
En una temporada marcada por la pandemia por el covid, el equipo logro una épica al conseguir ser campeones de invierno por primera vez en su historia. En la primera Copa en la era «Jimbee» se volvería otra vez en el Wizink Center de Madrid, aunque esta sin afición cartagenera, pues debido a la situación sanitaria se había limitado a mil quinientos espectadores el aforo y prácticamente todos eran de la propia Comunidad de Madrid debido a las restricciones de movilidad entre provincias.
En cuartos tocaba enfrentarse al Valdepeñas en un partido que quedará marcado para siempre. Empezaron perdiendo los meloneros en el minuto dos y no llegó el empate hasta el comienzo de la segunda mitad con el primero de los goles de Andresito. Cuando todo presagiaba la prórroga y a falta sólo de décimas en el electrónico Solano, de espaldas, forzó una falta cometida por José Ruiz a quince metros de la portería.
Sólo había tiempo para un tiro directo y fue cuando volvió a emerger la figura de Don Andrés Alcántara Prieto. El cordobés chutó con toda su alma y el misil raso primero atravesó la barrera, después una maraña de piernas y se coló por el único hueco que dejó Edu en toda la tarde hasta besar la red y clavarse para siempre en la garganta de una afición que celebró el gol a cuatrocientos cincuenta kilómetros de distancia.
Por segunda vez, el conjunto de la trimilenaria había llegado a unas semis de la Copa de España. El equipo más laureado de la liga esperaba a un conjunto que llegaba con euforia al encuentro. Fue un partido igualado que se pudo decantar para cualquier lado, pero que se acabaron llevando los madrileños con un gol en el 28 y otro en el último minuto cuando atacaban los de Duda con portero-jugador. Como curiosidad, este fue el primer encuentro de la historia del fúbol sala de Cartagena donde se utilizó el soporte técnico (VIR).
En esta edición de la Copa, el equipo dio una exhibición de coraje y fe en los cuartos de final con una explosión de júbilo, literalmente, en el último segundo. Se recuerda un equipo valiente, alegre y abiertamente ofensivo que mereció más.
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