Escribía hace unos días el famoso De la Guetto en una fantástica columna que podéis leer aquí, que Carrión es el gran protagonista de la actualidad del Efesé, y que debe continuar por muchos años. Una iniciativa a la que quiero sumarme el primero.
También mencionaba la Guetto en el mismo artículo, la mentalidad negativa de una parte de la afición, que «nunca cambiará».
Entendiendo bien a qué se refiere, hoy quiero dar la vuelta al argumento.
Lo de nuestra afición tiene un nombre en psicología, que es ansiedad. La ansiedad se define como la preocupación o miedo irracional por los acontecimientos futuros. A veces, la causa de la ansiedad pueden ser heridas del pasado que no han cerrado ¿Le suena al lector lo que estoy diciendo? Una afición cuyas heridas se llaman Getafe, Badajoz, Córdoba, Vecindario, Levante, Majadahonda… pero también Sporto Gol Man, Luis Oliver, y un largo etcétera.
Sobre todo, cuando la experiencia se ha percibido como algo injusto o extradeportivo, uno puede tener la tentación de pensar que lo peor se repetirá. Pero la ansiedad no es inmutable, y es aquí donde niego la mayor a De la Guetto. Una afición, al igual que un individuo, está en un proceso continuo de cambio, y en nuestro caso, ahora la flecha apunta hacia arriba, porque la del club lo hace.La ansiedad tiende a mejorar cuando el sujeto se centra en el presente, y si en algo coinciden todos los artículos, y todas las declaraciones de los protagonistas del buen momento del Efesé, es que hay que prestar atención al presente y disfrutarlo, por encima de todo.
Otra de las claves psicológicas de la ansiedad se define por su antídoto: la ilusión. Es decir, mirar al futuro y sentir que lo que nos puede ocurrir es algo bueno. Y cuando ese algo no ocurre como esperábamos, siempre podremos volver a ilusionarnos con la siguiente oportunidad.
Aquí también empezamos a atisbar cambios, en el club y en la afición.
La prudencia no está reñida con la ilusión; con la falta de realismo, sí.
No podemos vivir instalados en una alerta permanente con la idea de sufrir menos cuando vengan malas noticias. Porque en algún momento vendrán malas, y en otros momentos vendrán buenas. Y no se sabe cuándo ocurrirá cada una. Así pues, esta afición, para seguir creciendo, necesitará tres cosas: alejar la ansiedad, disfrutar del presente e ilusionarse (con realismo) por el futuro.
Vamos Cartagena, vamos campeón.
Artículo de opinión de: Pablo Huertas