La crisis del COVID-19 lo ha dejado todo paralizado y helado. Son muchos días ya los que Luis Rubiales, presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) y su equipo llevan «calentándose la cabeza» de mil maneras diferentes para dar con la tecla y buscar una solución para no dar por nulas las temporadas tanto en fútbol no profesional como en fútbol sala.
De momento, parece que en el fútbol no profesional han dado con la ecuación para evitar descensos y que el ascenso se juegue en un playoff a partido único y en sede neutral. Todo esto, por supuesto, aún no es oficial.
En cuanto al fútbol sala, los pensamientos que rondan por la mente de Rubiales son muy similares. Por delante restan siete jornadas para llegar al final de la liga regular y comenzar a disputar la lucha por el título entre los ocho primeros clasificados. Disputar todo lo que queda de campeonato sería llegar a jugar durante el verano y eso es algo que no se ha contemplado desde el principio.
Por eso, la solución que más viable se ve en estos momentos es dar por olvidadas esas siete fechas que faltan por disputarse y que los ocho primeros clasificados a día de hoy se jueguen el título liguero en el playoff final. Es una incógnita aún si se hará mediante el formato convencional o se reducirán el número de partidos.
Igualmente, siguiendo la línea de lo comentado anteriormente, parece que cobra la fuerza que los partidos (siempre sin público) se jueguen en sedes neutrales y mediante concentraciones para minimizar los riesgos y desplazamientos. No se encuentra otra posibilidad, ya que el no tomar esta medida supondría retrasar demasiado el inicio de la próxima temporada.
Cualquier solución dejará a clubes más satisfechos que a otros, la polémica está servida. Pero está claro que las quejas más pronunciadas van a llegar por parte de los equipos que todavía pueden luchar por estar en esas eliminatorias finales. No se van a quedar de brazos cruzados ni mucho menos y pensarán: ¿De que vale el estar luchando todo el año para que ahora suceda esto?.
¿Se pronunciará Jimbee Cartagena?. Desgraciadamente, es uno de esos tantos que se habían quedada a mitad de camino del objetivo y que tendrá que esperar la solución definitiva. Recordemos que en el momento del parón liguero, la entidad cartagenera se encontraba a seis puntos de los puestos de privilegio.
Atrás podría quedar una campaña llena de ilusión por ver de nuevo entre los mejores a un club con mucha historia, algo que hubiese terminado de enganchar de nuevo a una afición que guarda muchas esperanzas en este proyecto.
Respecto a los descensos, todo hace indicar que quedarán anulados, pero sí que ascenderán los dos equipos correspondientes de segunda, por lo que el próximo año competirían dieciocho clubes en la máxima categoría. Muchos aspectos por decidir y poco tiempo de margen para pensar. De momento, no hay solución definitiva y habrá que esperar a que las medidas se hagan efectivas de manera oficial.