Cuando ascendimos, la afición, como es normal, estaba eufórica. Adiós a esos campos embarrados, gradas de cemento y árbitros polémicos jornada tras jornada. Se acabó Villarrubia, Villarrobledo o Don Benito y jugaríamos contra Leganés, Mallorca o Espanyol.
No podíamos entrar al campo, pero nos hacía sentir una satisfacción incalculable ver al Cartagena en una de las ligas más reñidas del mundo, donde del primero al décimo hay 10 puntos. Soñábamos con competir después de esa pretemporada ácida y lo conseguimos.
Pero el barco se ha encontrado con un vendaval que no deja avanzar, 5 de 36 puntos. Goles en contra de todos los colores y algo peor, la actitud del equipo. Y es que la afición del Cartagena es algo espectacular, de las mejores. Empezó con la votación de la mejor camiseta de la liga que ganó el FC Cartagena y, aunque no fuese bien aceptada, es nuestra camiseta. Tenemos ese don de unirnos en las buenas y en las malas porque todos tenemos un objetivo común, nuestro Cartagena, nuestro equipo y nuestra ciudad.
Pero en estos momentos es imposible estar contentos. El equipo no responde y no hay actitud por ningún lado. Esto empezó por la planificación, que hizo un entrenador que ya no está, pero los jugadores tampoco y la directiva… ni te cuento. Ahora los futbolistas no están ni en Cartagena, sino en San Pedro del Pinatar, en dúplex pagados por el club y para más INRI, no hacen un esfuerzo por revertir esto, no todos, pero sí la mayoría, lo que está pasando no es normal. Somos los regalapuntos de segunda, cambiamos dinámicas negativas a los demás y defensivamente somos muy flojos. Los fichajes prometen, pero el próximo partido es difícil, muy difícil, pero no imposible. Y la directiva, la autodenominada mejor comisión deportiva, no da la cara, no ha mandado ningún mensaje a esa afición que, cada partido, cree, se ilusiona para que algunos jugadores arrastren la camiseta.
Esto no es un equipo de fútbol cualquiera, esto es el FÚTBOL CLUB CARTAGENA y NADIE, absolutamente NADIE, va a hacer de esto una empresa ni vamos a ser de los equipos descendidos al final de temporada. Pero esto lo tiene que cambiar la directiva y los futbolistas. A partir de ahora, confío en vosotros, hay 20 partidos para cambiar esto.
Un saludo y, ahora más que nunca, EFESÉ.