Aunque anoche el resultado volvió a ser uno al que nos estamos acostumbrando malamente en el Cartagonova (0-2), ayer pudimos ver un Cartagena muy diferente desde el primer segundo. Julián Calero formó con un 4-3-3 con una clara idea de esperar al rival en campo propio y explotar la rapidez por bandas de Jansson y Embaló cuando fuese posible.
Funcionó y muy bien en los primeros minutos, el Efesé formaba en un bloque bajo, llegando a acumular en muchos momentos hasta a 10 hombres en campo propio, para luego robar y buscar rápidamente a Jansson o Embaló con balones al espacio. El primer tramo de primera mitad parecía ir como buscaba Calero, el Cartagonova disfrutaba y alentaba viendo la garra de los suyos, el Efesé se plantó varias veces en las inmediaciones del área perica, sin embargo nunca llegaron a concretar; falta de claridad, falta de talento ofensivo, falta de gol. En varias situaciones, balones se pasearon por el área sin encontrar un rematador o un jugador que fuese capaz de fabricar algo diferente de manera individual.
Hubo chispazos de Embaló, con mucho corazón y adrenalina, pero falto de control, como un caballo desbocado. Jansson no pudo tener su mejor día, estaba muy bien estudiando por un Espanyol que rápidamente le hacía 2 contra 1 cuando quería ser vertical en banda derecha, mientras que Ortuño estaba completamente anulado, tanto por el rival como por el propio sistema, pues al estar el Efesé plantado tan lejos del área rival, el yeclano tenía demasiados metros de distancia hacia el área rival, sabiendo que su velocidad o capacidad de asociación no es su mejor virtud, lo máximo que podía aportar ayer el ‘9’ era trabajo. El Espanyol, al segundo bocado que pudo dar, no desaprovechó su ocasión y se colocó por delante en el marcador antes del 45′; el FC Cartagena se ha ido perdiendo al descanso en 6 de 9 jornadas disputadas. Al Efesé le falta acierto en el remate, individualidades y un jugador con último pase, pues la mayoría de acciones acaban con un centrocampista abriendo a banda para buscar el enésimo centro lateral del partido.
Las soluciones desde el banquillo tampoco pudieron dar un extra. Juanjo Narváez, llamado a ser importante, estaba con fiebre y apenas pudo jugar unos minutos. No jugaron ni Ayllón, que arrastra molestias, ni David Ferreiro que estuvo con un virus la semana pasada, ni JC Real que no sumó ningún minuto. Sorprendentemente, el último cambio de Calero volvió a ser el de Jony Rodríguez. La entrada del asturiano creó un considerable murmullo en el Cartagonova, era su primera aparición como albinegro en el estadio cartagenero y la afición quedó sorprendida por ver al jugador evidentemente muy fuera de forma, lo mínimo que se puede esperar de un deportista profesional.
Jony jugó 10 minutos y entró en contacto con el balón en contadas ocasiones, sin ser capaz de dar aportar frescura como revulsivo, además se marchó con tarjeta amarilla tras hacer una falta y dar un pelotazo por la frustración. Al igual que hizo en Amorebieta, Julián Calero volvió a optar por un jugador que parece no estar aún apto para la competición profesional antes que por Lautaro De León, el ariete cedido por el Celta al que, en sus escasas oportunidades se le ha podido ver poca cosa, pero que al menos está en condiciones física o por JC Real, que aunque no tuvo una buena actuación ante el Amorebieta, fue el mejor hace 2 semanas antes el Eibar.
Mucho trabajo por delante para el FC Cartagena y Julián Calero. Posiblemente el estilo de juego del técnico madrileño acabe trayendo resultados, ayer, ante un rival con menos punch que el Espanyol, habría costado mucho más perforar el arco de Marc Martínez, pero el debe sigue siendo la falta de gol. Sólo el Elche (con 5) lleva menos goles que los 6 albinegros. Ayer el Efesé disparó más que el Espanyol (10 disparos vs 8) pero sólo 1 fue a puerta y otro al palo. La situación ya es crítica, aunque por suerte, quedan muchísimos puntos por delante. No hay tiempo para lamerse las heridas y este domingo el Cartagena buscará volver a reencontrarse con la victoria en Ferrol.