Una de las revelaciones del FC Cartagena 22/23 fue el veteranísimo Mikel Rico, que llegó con 37 años y meditando la retirada. El técnico Luis Carrión consiguió sacarle mucho jugo, especialmente durante la primera vuelta, y fue uno de los pesos pesados de un vestuario muy unido y que rindió por encima de lo esperado. Este curso, tras la llegada de Víctor Sánchez Del Amo, estaba jugando muy poco, apenas había jugado 25 minutos en la primera jornada y ya no había vuelto a quitarse el peto.
Calero ya mencionó en su presentación que en momentos de dificultad deben ser los veteranos los que con su experiencia allanen el camino. En Amorebieta volvió a darle 25 minutos tras 6 jornadas a 0 con VSDA. El nuevo entrenador albinegro, tanto en entrenamientos como en rueda de prensa, se ha notado bastante reivindicativo con recuperar a los jugadores veteranos que no venían jugando mucho. Esta tarde en su rueda de prensa comentó lo siguiente;
«Yo es que soy un abrazafarolas, abrazo a todos los jugadores. Que tu entrenador te abrace aunque no juegues, porque te entiende, es importante. Luego también te voy a exigir y a apretar, a ponerte las normas y el camino. Pero una cosa no quita la otra. Rico necesitaba cariño, es un jugador extraordinario, tiene una carrera fantástica, le queda fútbol, eso he hablado con él, le queda físico, entrena como un bestia, es importante en el vestuario y lo quería recuperar, era una de mis misiones, recuperarle a él o a Musto que deben ser importantes en el equipo. Porque a su edad, o son importantes o es mejor que no estén, sinceramente. Entonces les quiero recuperar, porque creo que pueden ser muy importantes porque su experiencia nos tiene que ayudar en estos casos, Mikel es uno de ellos. Es un extraordinario profesional. Ha llegado un entrenador nuevo y quiere tener a todos los jugadores disponibles, a todos, y a todos con los ojos abiertos para hacerse un espacio. El que vaya haciendo las cosas bien, estará en dinámica de poder jugar».