Las rayas “horisontales”
Estaba colocando Jorge Ortiz el balón en el punto de penalti de La Rosaleda y en el panteón ahora hogar de los efesistas ya desaparecidos, los padres y abuelos pobladores de El Almarjal, miraban con el cuajo gracias al cual los muertos viven más tranquilos. A los que quedamos todavía abajo se nos paraba el corazón. A todos se nos concedería el regalo de que Marc Martínez parara ese penalti y el efesé ascendiera, pero con una condición; la temporada del ascenso a 2ª, lo haría vestido con una camiseta de rayas horizontales, no con la suya. Los vivos gritaron “¡sí!”, al unísono, mientras desde arriba, los antiguos torcían el gesto y exclamaban “¿por?”.
Consumado el ascenso, el diablo con el que hicimos el pacto reclamó su recompensa; en las redes sociales (esa suerte de grada pre y post partido 3.0) se da por hecho el pago del tributo e incluso brotan diseños de la camiseta 20/21 con las rayas albinegras en horizontal. Nada oficial, pero gente que presume de informada lo da por oficioso. En este punto, unos defienden que “hay que innovar”, otros que se la sudan las rayas y que sólo quieren “una camiseta que esté chula”, y a otros pocos la nueva idea les gusta “pero no para el Cartagena”. A los restantes, nos da igual que sea bonita o fea, sólo queremos que sea del efesé, proclamando que borrar el símbolo futbolero que lleva con nosotros desde siempre con una elástica con franjas horizontales es faltar a la identidad y quitar de la camiseta del equipo de esta ciudad su rasgo más característico y a la misma Cartagena. Las estructuras de las camisetas son parte de la identidad de todo club. Esa estructura que termina dándole forma a eso intangible que representan los colores en cada uno. Y las formas. Y los sentidos.
Esto además implica, en la re-puesta de largo la temporada del ascenso al fútbol profesional, presentarse con algo con lo que no se te reconoce. Para nosotros, las rayas verticales son tanto el efesé como la Efe, la Sé o como el blanco y el negro. Algunos aficionados consideran el cambio que se da por hecho como algo tremendamente importante, para otros es muy secundario, y parece coincidir la relación con los grupos. Para el “verticalismo” es un tema importantísimo, para el “horizontalismo” lo del cambio de diseño es bastante secundario y restan importancia a la tumbada de rayas, preocupados más por los fichajes y el futuro deportivo del club. En cualquier caso, la horizontalidad por la que ha parece haber apostado esta vez Adidas ha generado debate en parte del efesismo, en espera de la confirmación y el resultado. Pero la realidad es que sólo hay una razón para que en el entorno del F.C. Cartagena se debata el hecho de que se prescinda de las identitarias rayas verticales de su camiseta: que puede que ocurra. Y un motivo; el euro, o más bien, la perspectiva de poder ganarlo. Y desde la facción innovativa están dando piruetas y saltos mortales para intentar convencer al efesismo del tremendo acierto que supone vestir una equipación que el fútbol cartagenero no ha usado jamás en la vida. Hay que innovar, la identidad no importa. Pero es que se van a “¿vender muchísimas?”. Rendidos al hoops.
En grupos y redes hay debate, se tira de hemeroteca para comparar y revisar diseños anteriores y algunos revisan que clubes han hecho esta transición antes y con qué resultado. La conclusión es pocos y malo (el hoy arrastrado Deportivo de la Coruña incluso tuvo que rectificar a media temporada el atentado…) y es que con rayas verticales y una bola atada al pie dibujaban en los cómics a los presidiarios. Bien es cierto que los clubes del fútbol español se han tirado por la cuesta del billete al modificar sus históricas equipaciones, pero también es cierto que en ninguno la afición las recogió y aceptó como una buena iniciativa, e incluso algunos las dieron por gafes y con razón, sin duda maldiciones de los de arriba de aquellas plazas.
Durante los primeros años de vida del F.C. Cartagena, cuando era Cartagonova F.C, desaparecieron de su camiseta las rayas con una sensación general entre el aficionado; el equipo de fútbol de Cartagena sin rayas en la camiseta no encajaba en el imaginario colectivo y la tradición; tanto así que hubo que ponérselas unas temporadas más tarde, a la vez que el nombre. Las rayas verticales son la identidad de efesé, volvieron y desde entonces el club las ha mantenido, introduciéndose pequeños cambios, básicamente en el tamaño, ubicación y sentido, color predominante o el de los dorsales; estrechas, anchas, difuminadas, incluso grises…pero siempre hacia arriba. Hasta, parecer ser, la próxima temporada.
Yo no quiero rayas horizontales, proclamo. Como tampoco quiero acabar cantando o leyendo EFECÉ en lugar de EFESÉ, porque alguien considere algún día que suena mejor, que lo del seseo hay que actualizarlo. O innovarlo.
es tan cobarde este señor (señor, por decirle algo) que no publica los comentarios que le he dejado. Parece que tiene alguna tara psicopática, pobre Marianín