Reuníos a mi alrededor aficionados
por donde quiera que vaguéis,
y admitid que las ánimos
de vuestro alrededor han crecido,
y aceptad que pronto
estaréis animados hasta los huesos.
Si el fútbol es para vosotros algo que
merece la pena conservar,
entonces mejor que empecéis a aportar
u os hundiréis como una piedra,
porque los tiempos están cambiando.
Vamos, tuiteros y críticos,
que profetizáis con vuestras plumas,
mantened los ojos abiertos,
la oportunidad no se repetirá.
Y no habléis demasiado pronto,
porque la ruleta todavía está girando.
Y todos pueden decir
quien es el designado.
Porque el ahora perdedor,
será el que gane después.
Porque los tiempos están cambiando.
Vamos, técnicos y directivos,
por favor presten atención a la llamada.
No se queden en la puerta,
no bloqueen la entrada.
Porque el que salga herido,
será el que se quedó atascado.
Hay una temporada ahí fuera,
y es atroz.
Pronto sacudirá vuestras cabezas,
y hará vibrar vuestras gargantas,
porque los tiempos están cambiando.
Vamos, aficionados y socios
de toda la ciudad,
y no critiquéis
lo que no podéis entender.
Nuestras altas y bajas
están más allá de vuestro dominio.
Vuestro viejo camino está
envejeciendo rápidamente.
Por favor, salid del nuevo
si no podéis echar una mano,
porque los tiempos están cambiando
La línea está trazada,
la maldición lanzada.
El que ahora es lento,
luego será rápido.
Como el presente
será luego pasado.
El equipo está
perdiendo intensidad rápidamente.
Y el que ahora es el primero,
será después el último,
porque los tiempos están cambiando…
Bob Dylan, The Times They Are a-Changin’, (enero, 1964)