Una de las revelaciones de esta campaña está siendo el ghanés Mohammed Dauda, el jugador, cedido por el Anderlecht belga, llegó el último día de mercado veraniego, siendo un completo desconocido para el fútbol español. Llegó para dar un perfil diferente a la zona de ataque, gracias a su polivalencia, pero pocos podían aventurar el nivel que iba a acabar ofreciendo. Desde el primer partido se empezaron a ver grandes pinceladas, apenas había aterrizado en Cartagena, y Carrión le vio tan listo que le metió directamente al once titular. Dauda rápidamente destapó todas sus cartas, una verticalidad que le hace diferencial, un buen manejo de ambas piernas y mucho peligro en los últimos metros, ya sea acabando él la jugada, asistiendo o siendo víctima de faltas rivales en el área.
Sin embargo, el final de la primera vuelta no fue bueno para él, sus prestaciones bajaron, parecía más previsible para los rivales y el punto más bajo llegó ante el Tenerife, donde en un partido en el que no acababan de salirle las cosas, acabó dejando al equipo con uno menos, pues vio su segunda tarjeta en una acción donde se arriesgó más de lo que debía en una lucha por pelota, acabó expulsado y el Efesé lo notó, pues los tinerfeños dieron un paso adelante y acabaron rascando 1 punto del Cartagonova.
Esto le llevó a no ser titular en liga en los dos últimos partidos, ante Mirandés y Almería, en pro de Berto Cayarga, que estaba de dulce. Ayer Dauda necesitaba reafirmarse, y vaya si lo hizo, pues junto a Bodiger y Pablo Vázquez, fue el mejor de la escuadra cartagenera ante el Valencia. Rondó el gol hasta en 3 ocasiones, con disparos lejanos y cargados de peligro, tuvo la primera oportunidad del partido que casi sorprende a Jaume, pero el tiro salió por milimetros. En la segunda mitad casi vuelve a sorprender al meta ché, pero este reaccionó con seguridad para mandar a córner el nuevo tiro lejano. Dauda llevó loco a Wass, le salía por la izquierda, por la derecha, buscaba tiro, buscaba centro… el rival no sabía cómo detenerlo. 21 de sus 28 pases fueron exitosos, 7 de sus 10 regates superaron a rivales y recuperó hasta 8 balones.
La nota negativa de su partido, el siempre pícaro José Bordalás, ahora entrenador del Valencia; en una jugada donde un rival llevaba más de 1 minuto en el suelo, sin que cartageneros o valencianos lanzasen el balón fuera para que se parase el juego, el Efesé atacaba y avanzaba líneas, Dauda recibió en la banda izquierda, iba a tratar de encarar a un defensor ché, pero Bordalás le insistió que tirase la pelota fuera. El ghanés accedió y eso le costó la reprimenda de varios de sus compañeros y del Cartagononova, que no entendían la acción.