Una de las últimas piezas que buscaba el Efesé en el último mercado veraniego era un pivote defensivo. No había muchas opciones ‘top’ disponibles por esos momentos, pero la directiva tenía claro a quién querían para reforzar la posición, incluso Breis, días antes de materializarse el fichaje, decía que sabía con nombres y apellidos quién era ese jugador. Se acabó anunciando la llegada de Damián Musto, argentino de 35 años que sólo había tenido una experiencia en España, mejorable, en el Huesca, en Primera División. El fichaje generó dudas entre la afición, la edad, venía de jugar el campeonato en Uruguay y no iba a tener vacaciones, un historial tarjetero exagerado y unas opiniones muy negativas desde la afición oscense, que no tenían buen recuerdo del pivote.
Como pasa con cada jugador en este complicado mundo del fútbol, cada caso, cada situación y cada experiencia es un mundo, y Damián Musto cayó de pie en Cartagena, con un inicio de temporada espectacular, como si llevase mucho más tiempo jugando en esta escuadra. Con Musto, el Efesé tenía por primera vez en muchísimo tiempo un ‘5’ diferente, un pivote destructor y que lograba dar balance al equipo, muy diferente al pivote que hemos acostumbrado a ver en Cartagena en los últimos años con la B&B, que solían ser centrocampistas mucho más vistosos y técnicos (como los casos de Bodiger o José Ángel Jurado, jugadores que fueron muy exitosos, pero con diferente estilo). El Cartagena, ofensivo aún con la idea de Carrión, no se partía en dos en cada transición, tenía un hombre que ayudaba a sostener ambas parcelas y que sabía detener el juego cuando no las cosas no estaban siendo como interesaban a los albinegros. Musto era el único pivote de la plantilla, esto, sumado a su alto nivel, le iba obligando a jugar absolutamente todo, tantos minutos posiblemente acabaron pesando en su rendimiento, junto a Mikel Rico, se fueron desinflando en la recta final de la primera vuelta.
De hecho, el Cartagena incluso firmó otro pivote en esta ventana invernal, Yan Eteki, un refuerzo de categoría y que ha dejado muy buenas sensaciones en los pocos minutos que ha podido disfrutar con la elástica albinegra, pues Damián Musto le está cerrando la puerta en estos momentos, habiendo recuperado un altísimo nivel tras la vuelta de vacaciones. El escudero argentino está encadenando una serie de actuaciones sensacionales en la buena racha cartagenera, como ayer en El Toralín, donde aportó calma cuando el equipo podía haber colapsado con tanto ataque rival, abortó 7 ofensivas rivales y recuperó la posesión hasta en 10 ocasiones. El argentino vuelve a dar su mejor versión en el momento más importante de la campaña, cuando el Efesé le ha vuelto a agarrar el pulso a la competición y miran con ambición a escalar a los puestos que den una plaza en los PlayOffs de Ascenso a Primera División.