Con ese hashtag, encaraba el FC Cartagena el momento más duro de su historia reciente. No la palmábamos, o eso nos empeñábamos en creer, con más fe que motivos, porque ese año hasta a los más optimistas el miedo nos invadía el cuerpo; un proyecto fantasma, jugadores que no dieron el nivel, otros que no aguantaban la situación y optaban por abandonar el barco a mitad de campaña, una foto para la historia por su crudeza, con esa sentada ante el Lucena generada por los impagos, una recta final con un nuevo nombre a la cabeza, el por entonces desconocido Paco Belmonte, una situación agónica donde el míster Palomeque, con ‘palicos y cañas’ fue salvando los muebles con algún triunfo puntual. Parecía que casi todos los deberes estaban hechos tras una esperanzadora victoria en Jaén en la jornada 37, sin embargo, el Cartagonova, que debía dictar sentencia en la última fecha, vivió un partido con demasiada tensión ante La Roda, las cosas no acababan de salir, pero en una de las jugadas más embarradas que hemos vivido en nuestro estadio, una acción de Gato por banda derecha acababa en gol tras tocar en un defensor rival, sin embargo, los manchegos iban a responder rápidamente con un tanto que ponía las tablas en el marcador. El Efesé no se atrevió a más y tuvo la ‘suerte’ de que los resultados de otros encuentros les sirvieron para evitar el descenso directo y caer así en los PlayOffs de Descenso a Tercera. Allí el rival iba a ser Las Palmas Atlético, un filial talentoso (aunque con el paso de los años, todos tuvieron su techo en 2B, a excepción de Benito, que ahora milita en el primer equipo) que hizo una desastrosa temporada pero que acabaron la liga con 5 victorias consecutivas para también evitar la relegación directa. Hubo mucho respeto en Cartagena, y más después de la sanción de Limones, portero titular que tuvo que ceder el puesto a Manzanares, al que no habíamos visto ni un sólo segundo defendiendo la portería albinegra. El partido de ida, en el Cartagonova, con muchísima gente en el estadio, rozando el lleno, fue un encuentro donde ambas escuadras no quisieron cometer errores y se finiquitó con un 0-0. Lo de la vuelta, lo recordamos todos, Cartagena no se rindió, a pesar de recibir el 1-0 rival en el minuto 65, el Efesé, a la épica, como nos gusta por aquí, consiguió el gol de la salvación con un cabezazo del más menudo de la clase, Carlos Martínez, que anotó el tanto que, posiblemente, despertase la celebración más sentida e importante que hemos tenido los cartageneros en estos últimos años, probablemente incluso mayor que la parada de Marc, pues desconociendo qué habría supuesto ese descenso, simplemente basta con mirar el ejemplo de clubes como Recreativo, Hércules, Murcia, Córdoba o Jaén, que descendieron en estos últimos cursos y aún siguen metidos de lleno en esa trituradora de divisiones en la que se ha convertido el fútbol español.
Prácticamente 7 años después, todo eso ha quedado en el recuerdo y Cartagena vive uno de sus mejores momentos futbolísticos. El proyecto marcha a toda vela con una gestión respetada por todo el panorama nacional, siendo los únicos ascendidos en 2020 que mantuvimos la categoría y, este que era un año para sufrir menos y salvar la categoría lo antes posible, está siendo un año dulce para la Efesémania, la gente puede ir de nuevo a su estadio, disfruta del que muy posiblemente sea el mayor espectáculo de la Región en la actualidad, con un fútbol vistoso, ofensivo, efectivo y ganador de su equipo y todo esto está permitiendo que incluso, aunque sea pronto, se sueñe con cosas bonitas. No sé si a ustedes les pasa, pero yo aún no acabo de asimilar la vuelta a Segunda División; ya llevamos 42 + 25 jornadas de vuelta por aquí, pero aún miro la tabla o voy de camino al Cartagonova, veo que volvemos a compartir categoría con Real Zaragoza, Las Palmas, Málaga o Sporting, y sonrío automáticamente. Y posiblemente esa está siendo la mayor gasolina del club esta campaña, la presión es la justa, los aficionados siguen sin hacerse castillos en el aire y simplemente se limitan a divertirse cada semana, valorando dónde estamos y sabiendo de dónde venimos, mientras que en otras ciudades ya se habla de «finales o ganar sí o sí», sin duda eso está contagiando al Cartagonova más ganador de la última década, incluso con mejores registros que en 2B. Cartagonova compite, en la grada, y en el césped. Los jugadores juegan sueltos gracias a estas buenas vibraciones y los rivales vienen sabiendo que el ambiente será caliente. Esta tarde, se vivirá una tarde que debe ser especial. Cartagena tiene ganas de fiesta, las gradas estarán rozando el lleno y esta vez no nos enfrentaremos con el filial canario para no descender a Tercera, lo haremos contra todo un equipo como Las Palmas, en un partido que no dictará sentencia, pero donde si el Efesé gana, servirá para incendiar aún más el Cartagonova, pues una victoria no sólo mantendrá una semana más a los albinegros en posición de PlayOffs, sino que les impulsará a una meritoria momentánea 5a posición, después del tropiezo de ayer de la Ponferradina. No la palmamos. (FOTOS: Andy Céspedes – FC CARTAGENA)