Foto: LA LIGA
Esta mañana de domingo, el FC Cartagena ha sorprendido a sus aficionados anunciando la contratación de Alfredo Ortuño, delantero con garra y gol que recientemente había estado enrolado en el Albacete Balompié. Se une a Rubén Castro y Vinicius Tanque en la competencia por el 9 del Efesé, tres hombres para un puesto, pues lo normal con Carrión en el último tramo de competición, era jugar con un único ariete, pues el equipo acabó estallando con De Blasis de mediapunta, dos extremos y Rubén Castro arriba. Ahora falta saber qué pasará con el delantero carioca, si seguirá para mantener esta feroz competencia o si será el extracomunitario sacrificado.
Tras un fantástico año en Oviedo anotando 14 tantos, Ortuño se unió al Albacete en verano de 2020 para estar cerca de casa, pero acabó viviendo un curso desastroso a nivel general. Los manchegos estuvieron en posiciones de quema prácticamente todo el año y apenas dieron muestra de reacción en la segunda vuelta (a pesar de que hicieron su mejor partido ante el Efesé, donde el nuevo ariete albinegro anotó 1 chicharro, por cierto). A nivel individual, Ortuño anoto 7 goles y también fue capaz de repartir 5 asistencias, unos números bastante buenos para el nivel que dio el equipo.
Los otros compañeros más destacados de ese Albacete fueron el joven central Boyomo, que dio un paso adelante a mitad de campaña, el guardameta Tomeu Nadal (que por cierto, está libre y suena como posible refuerzo del FC Cartagena) que salvó a sus compañeros de manera recurrente con grandes actuaciones y el extremo Álvaro Jiménez, que se echaba el equipo a la espalda a menudo, demostrando mucha responsabilidad. Este jugador aún tiene contrato con el Alba, pero lo normal es que salga porque quiere jugar en la Liga SmartBank y así los manchegos podrían hacer algo de caja, se le ha relacionado con equipos importantes de Segunda y el traspaso podría rondar los 500.000 euros. No sería mala idea reencontrar a este trío en tierras cartageneras, pues ambos encajarían en las posiciones que aún tiene el Efesé sin cubrir, pero parece demasiado ambicioso.