Partido ramplón en el que ninguno encontró hacer daño al otro. El Cartagena mereció más que un Huesca que vino a que no pasase nada, que fue exactamente lo que ocurrió, nada.
Comenzó el Cartagena queriendo mandar, ser seguro con balón y asegurar las transiciones y eso fue lo que pasó, tal vez a demasiado lento ritmo en las mismas pero queriendo llevar el balón arriba. Se pudo adelantar muy pronto el Efesé, en minuto 1’ recibe una falta Jairo cercana a la frontal, en el centro remata Ortuño pero su remate es detenido por el guardameta visitante.
Los albinegros lo siguieron intentando generando ocasiones a cuentagotas con escaso peligro. Un Cartagena que quería pero sin asumir demasiados riesgos y un Huesca que salvo en las contadas pérdidas en transición del equipo de Carrión era incapaz de generar peligro. La mejor noticia en esta primera mitad es la grandísima imagen de Carlos Sánchez, potencia , pundonor y descaro del lateral del filial que ni mucho menos desentona en la categoría profesional.
Tras el descanso y tras pasar por ese momento de poca atención que suele vivir el equipo al volver de vestuarios, el Efesé pudo ponerse por delante en dos ocasiones. La primera tras rematar un córner Pablo V. en el 54 ́y a continuación al conectar Jansson un potente disparo que no encontraría puerta. El Cartagena a partir de aquí quiso, y lo intentó más tarde con un centro de Jairo al que no llegaría por milímetros Borja Valle y después otro gran centro de Datkovic lo remataría Mikel Rico encontrándose este con la madera en la que fue la ocasión mas clara del Efesé.
Aún así y con la escasa propuesta del Huesca el partido podría haberse puesto más difícil porque en el 63 ́el colegiado señala pena máxima a favor de los visitantes en una mano más que dudosa que el VAR esta vez si mando revisar y se anuló para júbilo de la grada.
Así y sin que nada reseñable se pueda destacar llegamos al final de un partido en el que el Cartagena quiso, pero esta vez, no pudo.