Que comience el espectáculo
Hace un par de años, tras aquel innombrable y dramático partido que tuvo lugar en una localidad madrileña cercana a la capital, escribí para mi blog y para este portal un artículo de opinión que se titulaba “No pasa nada, es sólo fútbol”, en el cual relataba cómo era el dificil día a día de un abnegado aficionado del FC Cartagena y la cantidad de comentarios que había que aguantar por parte del entorno que nos rodea.
Un año antes redactaba en esta misma web un artículo llamado “Esos entrañables murcianicos” en el que, a pesar de la no consecución de objetivos, daba las gracias a Paco y Manolo por la labor de profesionalización y el buen hacer en el club desde su llegada. Y es que a veces, aunque no se consiga el objetivo es de bien nacido reconocer cuando alguien da todo lo que lleva dentro para intentar hacerlo lo mejor que puede.
Hoy, en este 2020 tan extraño que nos está tocando vivir, nuestro FC Cartagena, que es caprichoso, nos ha querido regalar por fin una alegría, ¡y qué alegría! La cuestión es llevar siempre la contraria, de lo cual esta vez me alegro.
Como todos sabéis el Cartagena ha regresado al fútbol profesional, y lo ha hecho, cómo no, a la que va a ser la Liga Smartbank más controvertida y extraña de toda su historia. Si había un año en el que nos tocaba ascender era este, no me cabe duda, somos el Cartagena y las cosas normales no son lo nuestro.
Pero va a ser una temporada difícil, extraña e improvisada (de hecho ya lo está siendo puesto que la temporada 2019/2020 todavía no ha finalizado y veremos cómo y cuándo lo hace), en la que el objetivo prioritario no debe ser otro que el de mantener la categoría y consolidar unos cimientos firmes para la estructura del club. Para ello la afición, que por desgracia parece que vamos a tener que seguir el flamante debut de nuestro equipo en el fútbol profesional desde nuestras casas, debemos cambiar ya el chip. Es bueno que entendamos que ahora cualquier punto que el equipo logre en el terreno de juego será oro, que ya no seremos el Real Madrid o el Barcelona de la categoría y que tenemos que generar un ambiente óptimo, tanto en redes sociales como en el estadio cuando podamos ir, independientemente de cual sea el resultado.
Nos han tachado de muchas cosas a los aficionados del Cartagena, ya sabéis; el famoso gen y todo eso. Pese a todo, esta afición ha demostrado que, tanto por número como por sentimiento, es una gran afición. No nos olvidemos de los palos que hemos llevado año tras año y ahí seguimos, con la misma o más ilusión si cabe temporada tras temporada. El club tiene la fortuna de contar con una masa social fiel y esto, tanto en Segunda B como ahora en Segunda es un activo más que le aporta a la entidad un valor añadido.
Tenemos por delante una temporada ilusionante y un tanto diferente. En breves días empezarán los movimientos de altas y bajas. Opiniones que irán y vendrán. Decisiones que nos gustarán más y otras que nos gustarán menos, pero no nos olvidemos que los que más saben están donde están por algo y, hasta el día de hoy, se han ganado mi confianza en cuanto a la confección de plantillas se refiere. Otra cosa será mi opinión personal, que la tengo como cualquier otro, y tal vez yo (más con el corazón que con la cabeza) me quedaría con prácticamente todos los que han logrado esta gesta del ascenso. Pero esa no es mi labor como aficionado por lo que, ahí estaré, confiado de que tendremos un año más una plantilla competitiva que nos brindará más alegrías que tristezas. Disfrutemos del momento y no nos olvidemos lo que nos ha costado llegar hasta aquí.
Ya estamos de vuelta, LFP. Y hemos llegado para quedarnos.
Que comience el espectáculo.