¿Qué fue de… David Marín?

Olfato goleador, gran capacidad para aguantar la pelota de espaldas, una cabeza prodigiosa e internacional en quince ocasiones. Dio los últimos coletazos a su carrera como jugador en Cartagena, pero que coletazos. La Bombonera pudo disfrutar seguramente, de uno de los mejores cabeceadores que ha dado el fútbol sala, un pívot de quilates muy querido y que le tiene un cariño especial a la Trimilenaria.

David Marín Ortega comenzó como profesional en Segovia. Pasó a Redislogar y su progresión le hizo aterrizar en Talavera, donde conquistó su primer título liguero en su último año con los manchegos. Esa temporada le sirvió para dar el salto a Inter, vistiendo la camiseta de la máquina verde desde la 97-98 hasta la 02-03 y logrando dos ligas, una Copa de España y una Supercopa. Llegó a Polaris para poner el broche de oro a una trayectoria brillante y demostró, en la Portuaria, ser un gran jugador y persona, dejando goles y momentos imborrables en la retina de los aficionados.

Se despidió de la práctica del 40×20 pero no de la afición cartagenera, ya que siguió en Polaris como segundo entrenador. Acabó ese sueño de ver a los mejores del mundo pisar el parqúe del pabellón y volvió un proyecto humilde, el cual comandó el madrileño durante dos temporadas siendo entrenador principal, el capitán de la nave. Se marchó en 2009 para probar suerte en Talavera y un año después, cogió las riendas del banquillo de Movistar Inter.

A pesar de levantar una Supercopa y una Intercontinental, volvió a desembarcar en la que prácticamente es su segunda casa, Cartagena, una ciudad que le acogió con los brazos abiertos y que siempre le mostró todo su apoyo. Llegó a mitad de liga para evitar el descenso y a pesar de que se intentó por todos los medios, no se logró el objetivo. Fue un varapalo durísimo.

El madrileño quiso cambiar de aires y desde entonces ha pasado por Kuwait (Al Yarmouk), Rusia (Dinamo de Moscú), con el que fue campeón de Copa (2014-2015), Italia (Luparense y Nápoles), siendo su ciclo en el Luparense una etapa de éxitos, llevando a las vitrinas del club una Liga y una Supercopa. Además, fue galardonado en la 16-17 como mejor entrenador del Calcio.

¿Qué recuerdo tienes de tu etapa en Cartagena y la ciudad?

Tengo grandes recuerdos de mi etapa en Cartagena (dos años como jugador, dos como segundo entrenador y dos como entrenador principal). Deportivamente, el primer año con la llegada de Polaris (sponsor principal) fue el que más disfruté, semifinalistas en la copa de santiago con el famoso 6-7 al eterno rival y semifinalistas en liga, cayendo ante el Inter dominador del momento, pero poniéndoselo muy difícil, sobre todo en La Bombonera.

Me sentí siempre muy bien tratado por la gente de Cartagena, es un gusto jugar en una ciudad donde se vive el fútbol sala con pasión.  En lo personal, no puedo tener un mejor recuerdo que el nacimiento de mi hijo Diego. Era entrenador cuando pasamos a ser Tuco Muebles Cartagena. Fue hace 12 años en el antiguo hospital de Los Arcos, al lado Del Mar Menor (a quien corresponda: cuiden el Mar Menor, por favor).

¿Mejor jugador con el que has compartido vestuario en tu etapa en Cartagena?

Es difícil decir uno, hay muchos. El primer año estaba Javi Matía (¡cómo pasaba!), Fran Torres (gran año de cierre) Manolín (primera vuelta espectacular), Manoel Tobías (un grande de siempre), Indio (intensidad al cubo), Cristian (cayó de pie en Cartagena, impresionante temporada) y el buen grupo que era aquel equipo (Isi, Fer, Dely, Juanjo, Francis…)
La siguiente temporada llegaron Simi, Marcelo Dos santos, Torras, Orol, J.Sanchez, etc…Difícil destacar uno, Simi técnicamente era casi perfecto. Me sorprendió la calidad de Jordi torras.

¿Qué partido recuerdas con más cariño?

La alegría de meternos en las semis de la copa de Santiago por como se produjo y casi cualquiera de casa de ese primer año porque había una conexión especial con la grada.

¿Mayor decepción deportiva en Cartagena?

Perder la liga en el quinto partido en Murcia. Se nos escapó en casa porque pudimos haberla sentenciado y regalarle el título a nuestra gente.

¿Jugador era el más bromista del vestuario?

Con Isi nos reíamos mucho porque era un desastre. Francis era siempre alegre. ¿Bromista? Juanjo podría ser el que más incordiara en el vestuario.

¿Jugador más “odiado” al que te has enfrentado?

Tanto como odio no, pero en el derby contra Elpozo siempre había tensión. Kike era su capitán y por lo tanto el más señalado, pero nada que no quedara en el campo.

¿Mejor rival al que te has enfrentado?

Daniel Ibañes fue capaz de juntar equilibrio y espectacularidad sin aparente esfuerzo. Lenisio ofensivamente te mataba, era letal de cara a portería. Schumacher era un muro difícil de superar y encima hacía goles.

¿Quién era tu ídolo en tu etapa de jugador?

Cuando empecé a jugar, de aquella época me gustaba mucho Agustín de Inter.

¿Mejor jugador para ti actualmente?

Ricardinho es ese jugador diferente del que esperas la magia. Gadeia o Marcenio son necesarios para un equipo ganador.

¿Podrías contar una anécdota de tu etapa en Cartagena?

En aquella copa de Santiago convencimos a Isi y a Francis para ir tocando la guitarra y cantando por todas las habitaciones y pasamos un buen rato. Nos reímos mucho.

¿A qué te dedicas actualmente?

Actualmente soy entrenador del Al Yarmouk de Kuwait. Al igual que en el resto del mundo, la competición se suspendió en Marzo.