La historia del fútbol sala cartagenero es también la historia de grandes porteros. Bajo los palos hemos disfrutado desde Salvi (que nos dejó hace poco) hasta el actual «capi» Raúl Jerez. En el camino estuvieron Jorge, Cristian, Molina, y un largo etcétera entre los que destaca nuestro protagonista de hoy: Jorge Hernández «SuperJordi».
El vínculo emocional de Jordi con Cartagena no se limita a las memorables actuaciones que nos brindó con la camiseta de Mínguez-Sáez; va incluso más allá del mítico ascenso y los comienzos del club en División de Honor con la «bombonera» convertida en un hervidero. Murciano de nacimiento y cartagenero de adopción es uno de los máximos ejemplos de cómo el fútbol sala ha unido a personas a ambos lados del Puerto de la Cadena sin perder la magia de la máxima rivalidad. Jordi, como ya contamos en la entrada dedicada a Nacho Garrido, ya llevaba años siendo portero de ElPozo antes de conducir al fútbol sala cartagenero a la élite. En la actualidad predominan los porteros espigados, curtidos en los gimnasios y con una envergadura enorme, pero todos los que vieron a «SuperJordi» saben que no tiene nada que envidiarles, y aún perduran en nuestras retinas su agilidad, sus vuelos increíbles y sus paradas felinas. Años después, aún vimos a Jordi integrado en el cuerpo técnico; en las oficinas, de delegado o transmitiendo su sabiduría a los nuevos porteros… Pero es que además también tuvimos la suerte de ver a su hijo defender la camiseta de Plásticos Romero. El deporte es caprichoso, pero nada de esto es casualidad porque el nombre de Jordi y el fútbol sala cartagenero siempre han ido de la mano y a buen seguro que así seguirá siendo en el futuro.
¿Qué recuerdo tienes de tu etapa en Cartagena y la ciudad?
En Cartagena, el mejor recuerdo que tengo es haber conseguido el primer ascenso a 1ª división de fútbol sala y el ambiente que había en la «bombonera», tanto en dicho ascenso como durante los dos primeros años de primera división. En esa época un recuerdo que me marcó mucho fue ver cómo tras dos derrotas seguidas ante Industrias García y Astorga de León, la afición que llenaba el pabellón nos animó durante 10 minutos seguidos para levantarnos la moral. También otro de los recuerdos es haber ganado el primer derbi en primera división de fútbol sala al Pozo fútbol sala, en casa por 2-1.
De la ciudad, lo que más recuerdo es la Virgen de la Caridad y la seriedad de sus procesiones castrenses.
¿Mejor jugador con el que has compartido vestuario en tu etapa en Cartagena?
Paco Araujo, con el cual he estado de segundo seleccionador con la selección del Líbano, también Javi Matía, Pedrín, Luciano Herrero y sobre todo Sergio Fernández, que era el más divertido, además de traer pétalos de rosa bendecidos por la virgen de la caridad, para jugar con ellos metidos en las zapatillas y ya había coincidido con el anteriormente en Alcantarilla.
¿Cúal fue la mayor decepción deportiva?
La mayor decepción fue no haber entrado en copa y en los play off por el título.
¿Qué partido recuerdas con especial cariño?
Todos, pero hay dos partidos en especial. El día del ascenso contra el Móstoles futbol sala y el partido contra el Pozo que supuso el primer derbi ganado por Cartagena.
¿Con qué jugador es el que más te has reído compartiendo vestuario?
Con Sergio Fernández.
¿Cúal ha sido el rival más “odiado” al que te has enfrentado?
Odiado es una palabra muy fuerte, nunca he odiado a nadie, pero para mí hubo dos jugadores que eran espectaculares, Paulinho que jugaba en playa de Castellón, que ha sido uno de los jugadores más completos y Paulo Roberto por la calidad que tenía ofensivamente.
¿Cúal ha sido el mejor rival al que te has enfrentado?
El mejor para mí Andrés Navarro, que fue jugador del Pozo y de Cartagena. Era el jugador que siempre aparecía en el momento menos esperado, metía goles en momentos claves y hacia el trabajo sucio de todos.
¿Quién era tu ídolo en tu etapa de jugador?
Daniel Ibáñez, un jugador de fantasía, estilo NBA, creativo y sobre todo muy completo.
¿Quién es el mejor jugador para ti actualmente?
Ferrao, un pívot total, de los pocos que hay, pero que por culpa de los entrenadores españoles no abundan más pívots como él por utilizar sistemas de juego de 4 y haber eliminado algunos puestos específicos como el de pívot puro.
¿A qué te dedicas actualmente?
Actualmente entreno al Pliego fútbol sala de 3ª división.
Y para finalizar: ¿Podrías contar una anécdota de tu etapa en Cartagena?
Una de las anécdotas que recuerdo fue un partido de liga contra el Fiat Carnicer, que perdimos, y si hubiéramos ganado nos hubiéramos metido en play-off, en el descanso me entero que algunos compañeros míos, se habían ido a hacer el «encuentro» al Zoco de La Manga y no al «encuentro» de la procesión del Viernes Santo. Faltando 8 minutos un pequeño sector de la afición empezó a corear «ole, ole» cuando el Fiat Carnicer pasaba el balón entre sus jugadores: Tal rabia me entró de ver que mi afición decía esas palabras al equipo contrario, cuando yo siempre me dejaba el alma en todos los partidos, que de esa misma rabia tiré la portería al suelo.