En esta nueva entrega queremos acercar a todos nuestros lectores a Pedrín. Para recordarlo tenemos que hacer memoria y situarnos a finales del siglo pasado, donde fue uno de los héroes del ascenso de 1998 de la mano de Mínguez Sáez. Actualmente es un gran aficionado y socio del fútbol sala y acompaña al equipo desde la grada acudiendo semanalmente como espectador al Palacio de los Deportes para seguir animando al que fue su equipo, ahora patrocinado por Jimbee Cartagena F.S.
Si hablamos de Pedro Hernández Moreno pocos de los actuales seguidores del Fútbol Sala Cartagena conocerán de que jugador estamos hablando. En sus comienzos «Pedrín» como ha sido conocido siempre en el mundo futbolístico empezó a jugar al fútbol once en Torre Pacheco hasta su etapa juvenil, donde decidió dar el salto al 40×20. En el «futbito», como coloquialmente se llamaba al deporte en aquella época, debutaría directamente en la división de plata en el Copisa de Torre Pacheco en la temporada 86-87, acompañado de Blas, otro de los artífices del ascenso del 98 con Mínguez Sáez. Ese mismo año ya disputó una fase de ascenso a División de Honor que no llegó a consolidarse. Posteriormente vistió la elástica de un equipo de Cartagena de la tercera división, con el que se ascendería a división de plata llamado Áridos de Fortuna, presidido por el empresario Jose Luís Belda, presidente del Cartagena F.C en los años noventa. Antes de recalar en Mínguez Saéz jugó en la división de plata con el Cieza y división de Honor con Salazones Diego de San Pedro del Pinatar. Además debutaría con Elpozo Murcia. A sus espaldas con la camiseta cartagenera se encuentran tres temporadas, dos en plata y una en división de honor, de la 96 a la 99. Dos años más tarde tras su paso por El Ejido y el Atunes de Mazarrón, decidió colgar las botas a los 35 años de edad.
Sobre su paso por el Fútbol Sala Cartagena nos ha contestado lo siguiente:
¿Qué recuerdo tienes de tu etapa en Cartagena y la ciudad?
Tengo un recuerdo magnífico. Fueron unos años impresionantes defendiendo los colores de mi ciudad, y consiguiendo el ascenso a la primera división española, un hito que no se había conseguido en Cartagena hasta entonces.
¿Mejor jugador con el que has compartido vestuario en tu etapa en Cartagena?
Sin desmerecer a nadie, he compartido vestuario con grandísimos jugadores. Desde jugadores nacionales como Blas, Luciano, Pato y Vicentín, internacionales por España, hasta jugadores foráneos como el brasileño Cecilio y André.
¿Un jugador ejemplar dentro y fuera de la pista?
No puedo destacar a uno. Todos eramos una familia y fue la clave del éxito. Hoy la mayoría de los compañeros con los que compartí vestuario son amigos, así que todos ellos son un ejemplo tanto dentro como fuera de la pista. Si tuviera que mojarme diría que Blas fue un referente para mí, con el que compartí vestuario en diferentes equipos.
¿Cúal fue la mayor decepción deportiva?
Uno de los palos más duros que me ha dado el fútbol sala fue el no conseguir el ascenso en el año 1987 en Jaén. Se desplazó muchísima gente a apoyarnos y no pudimos darles esa alegría.
¿Qué partido recuerdas con especial cariño?
Sin ninguna duda el partido que nos dio el ascenso a División de Honor, es un recuerdo que tengo grabado en la retina por su importancia tanto a nivel personal como para lo que supuso para la ciudad.
¿Qué jugador era el más bromista del vestuario?
La verdad es que Sergio Fernández era uno de los jugadores más bromistas dentro del vestuario, pero Nacho y Javi Aparicio daban mucha vidilla dentro del vestuario y nos reíamos muchísimo.
¿Cúal ha sido el rival (jugador) más “polémico” al que te has enfrentado?
Siempre hablando desde el respeto y dentro de la pista, destacaría a Paulo Roberto. Era especialista en los derbis y sabía llevarlos a su terreno. Una vez finalizado los 40 minutos de juego, era una bellísima persona.
¿Cúal ha sido el mejor rival al que te has enfrentado?
Los equipos del Levante español eran muy complicados. Lógicamente en aquella época Playas de Castellón, Caja Segovia, Interviú y Elpozo eran los rivales más complicados a batir.
¿Quién era tu ídolo en tu etapa de jugador?
Como he comentado anteriormente para mí Blas ha sido mi referente. Era vecino y amigo desde pequeños, nos hemos criado juntos en nuestra infancia, y posteriormente tuve la suerte de compartir vestuario y entrenar con él.
¿Quién es el mejor jugador para ti actualmente?
No puedo destacar a uno solo. Ricardinho ha marcado una época en los últimos años por su magia. Por su juego de espaldas y su facilidad goleadora destacaría a Ferrao, y a nivel nacional Sergio Lozano y Miguelín.
¿A qué te dedicas actualmente?
Actualmente trabajo en la hostelería y disfruto del fútbol sala asistiendo a los partidos del Jimbee en el Palacio de los Deportes o a través de la TV cuando televisan algún partido de la jornada.
Recordamos a Pedrín como un jugador de los que hacen equipo. Muy inteligente tácticamente y siempre bien posicionado para dar facilidades a los compañeros en la salida de balón. Jugador con mucha técnica que en Cartagena destacó más por su capacidad en dar asistencias que por su olfato goleador.