Que el Efesé pasaba una crisis de juego y resultados ya lo venía viendo tanto el más agorero, como el más ingenuo. Lejos queda el Cartagena del primer tramo de competición, un equipo que »volaba bajo el radar» y que sorprendía a sus rivales semana tras semana superándoles desde el planteamiento, variando sistemas en función del partido y con un nivel de intensidad y acierto que les hizo estar bien arriba durante un gran tramo de competición. Sin embargo, las semanas han ido pasando, llegaron las jornadas intersemanales y desde entonces el equipo se ha resentido de una forma que, ya, de manera oficial, es preocupante. Desde que empezó noviembre, con la primera jornada intersemanal del mes (victoria ante el Málaga), los albinegros han disputado 11 jornadas; cosechando 3 victorias, 3 empates y 5 derrotas; 12 puntos de 33 posibles, números que, en una clasificación teórica, los situaría 6º por la cola (detrás de Ibiza, Lugo, Huesca, Villarreal B y Racing). Han habido buenas actuaciones por el camino, sin recompensa mayor, como en Granada o Gijón, pero por lo general, la imagen del conjunto ha sido pobre.
Los resultados muchas veces pueden ser un espejismo, o incluso injustos, pero no es el caso de esta mala racha cartagenera. Las sensaciones están bien reflejadas en los resultados, apenas se han anotado 7 goles desde noviembre, no hay frescura en el equipo y no hay nadie de los menos habituales que dé un paso adelante. Hay muchas causas que pueden explicar esto; la más fácil de ver, es que desde verano se diseñó una plantilla excesivamente corta, con posiciones sin doblar, con una media de edad muy alta (la más veterana de la liga) y con un buen número de jugadores que tenían un historial de lesiones que podía resultar preocupante a medio-largo plazo, el presupuesto del Efesé es el que es y en muchas ocasiones hay que apostar por ese tipo de jugador, pero con tantas apuestas, era obvio que alguna complicación iba a haber. Carrión, durante el mejor momento del equipo, no rotó en demasía, los De Blasis, Mikel Rico, Musto, Jairo, Calero… rara vez se caían del once, el técnico insistía en que no existía el cansancio si el objetivo era grande. La realidad es que con el paso de las jornadas, todos estos jugadores han ido bajando paulatinamente su nivel y la carga tan alta de minutos les está jugando en contra. Yo tengo la convicción de que Carrión nos volverá a tirar para arriba, ya lo ha hecho 2 veces en estas pasadas campañas, pero hay demasiados jugadores que se han quedado sin enchufar por el camino; Franchu, Sangalli, Valle, los hombres que se fueron en invierno… Personalmente, pienso que es más culpa de estos jugadores, que en ningún momento han logrado romper el molde, aportar algo diferente y dar un paso adelante para ganarse el puesto, pero tampoco Carrión se animó mucho a darles lugar en rotaciones en el once.
Por otro lado, el sistema que tantas alegrías nos causó en las primeras fechas, con 3 centrales y 2 carrileros largos, ha dejado de ser tan efectivo. Los rivales no acababan de encontrar la manera de neutralizarlo y el Efesé se sentía muy cómodo, pero ahora nos hemos convertido en un equipo predecible, sin chispa y que parece haber involucionado. Datkovic, siempre con nota alta en funciones defensivas, es improductivo cuando tiene que doblar a Jairo y buscar área, no olvidemos que el croata es un central puro y duro. Calero ha bajado varios pistones en las últimas fechas, en muchas ocasiones el Efesé forma un sistema asimétrico donde no tiene apoyos de un extremo derecho y no encuentra con quién asociarse, por lo que es más fácil de neutralizar y, lo más doloroso, es que se ha perdido el factor sorpresa con Jairo. El ex del Girona es un dolor de muelas cuando tiene campo abierto para correr y superar a rivales en carrera, pero en espacios reducidos no es tan diferencial, ahora, casi como un extremo fijo, su rendimiento ha ido cayendo, además, es desesperante la cantidad de veces que logra llegar a metros finales y ningún compañero puede seguirle el ritmo para ayudarle a finalizar la jugada.
Lo de los extremos ha sido un drama constante toda la campaña; el parche de Borja Valle, que funcionó durante unas semanas pero que ya no ha vuelto a dar de sí, un Jansson que apunta muy buenas maneras pero al que aún le falta cocción y que ha quedado claro que, de momento, funciona mejor como revulsivo, un Franchu tímido, que no se atreve a romper el molde y aportar ese factor diferencial que posiblemente sólo él puede tener en esta plantilla y un Ferreiro que, ya está recuperado de la lesión, pero hasta el momento sólo ha ofrecido algún destello puntual. Con Ureña hoy se vio algo bien distinto, mucho descaro, regate y situaciones de superar líneas con velocidad, pero posiblemente haga falta otro efectivo más. El mediocampo, muy exigido por su alta participación desde principios de temporada, tampoco es el mismo, Mikel Rico y Musto no han encontrado alguien que les pueda dar descanso, Sergio Tejera fue cortado en invierno, Sangalli ya incluso está perdiendo la partida con Djaka, del filial… Toca esperar que Pêpê venga entonado y listo para ser el dueño de las llaves de este equipo.
Otro de los grandes debates está en la delantera. En mi opinión, creo que no es el mayor de los problemas, pero está claro que no es para estar satisfechos. El Cartagena tiene dos arietes con exactamente el mismo perfil, ambos son jugadores muy sacrificados sin balón e ideales para tipos de partidos duros donde los de Carrión sean sometidos y se les pueda buscar en largo, sin embargo, cuando normalmente somos un equipo dominador y que genera juego por bajo y asociaciones en corto, estos arietes que técnicamente no son exquisitos, se acaban sintiendo incómodos y frustrados por diversas situaciones de partido donde no hacen click, no les llegan balones en área y acaban perdidos en mil y un batallas improductivas. Para muestra, la única acción de peligro de hoy, fue en un pase raso a las espaldas de la defensa donde Jansson cae por dentro, supera en velocidad a un central y se plantan en un mano a mano ante el meta rival. Por cierto, no me gustó nada la actitud de un sector del Cartagonova con Ortuño; al poco de entrar, el ariete yeclano tuvo un gesto técnico defectuoso y parte de la grada le lanzó una pitorrada importante, entiendo y comparto totalmente las broncas si hubiese falta de actitud, pero si un jugador es limitado técnicamente y encima se lo recriminamos durante el encuentro, nos pegamos un tiro en el pie. Dario Poveda tiene en el Efesé la oportunidad de su vida, sí que es un perfil diferente de delantero, mucho más capaz en las asociaciones, en el juego de espaldas y veloz.
En el lado positivo de las cosas; Aarón Escandell hoy realizó una de las mejores paradas que he visto en el Cartagonova en los últimos años, es un guardameta de campeonato. Kiko Olivas estuvo a un nivel sideral, su único borrón fue un infortuno resbalón, pero mostró una sobriedad espectacular en el centro de la zaga, al igual que Datkovic, cuando en la segunda parte volvió a la posición de zaguero. La defensa sigue siendo fiable y posiblemente poco hay que corregir ahí, algo que muchos equipos desean ahora mismo. Ureña tuvo acciones esperanzadoras en banda y Djaka, al que aún es pronto para darle tantas responsabilidades como tuvo hoy, también mostró cosas interesantes. Nada está escrito, ni para mal, ni para bien y posiblemente en cuanto el Efesé se reencuentre con el gol y la victoria, todos volveremos a ver más clara la situación. Esperemos que sea en Ibiza. Salud y Efesé.